Disculpa que haga propaganda de la línea 2 de metro, es sólo una imagen que puede ayudarte a visualizar:
tu Línea de Vida
Hoy te propongo hacer un ejercicio de imaginación y creatividad para concretar un poquito más tu proyecto o tu sueño.
Pero antes vamos a repasar algunas ideas que ya hemos compartido:
¿Recuerdas la historia de Javier?
Los demás que hayas elegido, y no estén conectados a lo que deseas, es muy probable que antes o después te falten motivos suficientes para llevarlos a cabo.
Te conté cómo Javier había construido una MISIÓN personal, un PROPÓSITO de vida. Este fue su primer intento de dedicarse a algo que tenía mucho que ver con lo que quería que fuera su vida de ahí en adelante. Algo conectado con sus VALORES.
Recuerda que cuando le despiden se hace la gran pregunta:
¿Qué hago?, ¿apuesto por algo mío o busco otro trabajo?
Los motivos de Javier eran y son: “SER MÁS LIBRE + AYUDAR”.
¿Cuáles son los tuyos?, ¿Qué te guía a ti?, ¿Por qué te levantas todas las mañanas?
Cuando tengas más o menos las respuestas a estas preguntas, te invito a definir tu sueño:
Parece muy sencillo elegir un sueño, pero no solemos estar entrenados en ello. Por eso te conté que incluso puedes INVENTÁRTELO, y te di otros consejos que te van a ser muy útiles, hasta llegar al último de todos, IMAGINARTE viviendo tu sueño.
Además, si estás buscando a qué dedicarte profesionalmente, ya sabes que aquí tienes un buen comienzo.
Y hecho este repaso, vamos ya a lo que te decía al principio.
Te propongo un ejercicio que podrás hacer si activas tu inteligencia creativa, y te va a servir para concretar un poquito más tu proyecto o tu sueño.
Se llama LÍNEA DE VIDA, y consiste en ir recorriendo el camino entre el presente y el futuro, donde tu sueño ya es realidad.
Necesitas espacio, de unos 3 o 4 metros por delante.
Si tienes una cuerda o puedes pintar una línea recta en el suelo, mucho mejor.
1.- Colócate en el extremo que para ti simbolice el futuro, y deja a tu espalda tu línea de vida (raya o cuerda).
¿Tienes a mano papel y lápiz? Pues que no te falte.
Cierra los ojos e imagina que estás en ese futuro celebrando que has logrado hacer realidad tu sueño.
Y cuando sientas la satisfacción de haberlo conseguido, y veas tu cara de felicidad en medio de una fiesta de celebración, con un cartel delante de ti que diga: ¡Enhorabuena!…
2.- Da tu primer paso hacia atrás. Estarás antes de tu éxito.
¿Qué hito es ese dónde te encuentras?, ¿Qué has logrado en ese punto?, ¿Qué has conseguido hacer para estar ahí?
Siente ese momento, y anota todo lo que te venga. Lo que describe este punto, las tareas que has realizado para llegar a él, lo que has aprendido,… todo vale.
3.- Cuando estés listo, da de nuevo un paso hacia atrás y repite el proceso.
Continúa retrocediendo paso a paso hasta llegar al extremo de tu línea de vida que representa el presente. Donde estás ahora en realidad.
¡Estás donde estabas!, lo sé.
Sin embargo date cuenta que tienes tu libreta llena de hitos, tareas y anotaciones que son imprescindibles para comenzar a hacer tu PLAN DE ACCIÓN.
Ya no tienes excusas para ponerte a planificar. Has visto lo que lograbas en cada momento, lo que necesitabas y lo que ya habías conseguido, así que ahora lo tienes fácil.
Este ejercicio también puedes hacerlo al revés, es decir, puedes comenzar recorriendo tu línea de vida desde el presente hacia el futuro. Depende de lo que te cueste menos imaginar, si lo que puedes hacer hacia delante, o lo que has hecho para llegar a un punto.
No olvides que requiere imaginación, y que no juzgues lo que se te va ocurriendo. ¿De acuerdo?
4.- Por cada hito que quede fijado en tu Plan de Acción debes ir pensando las acciones que necesitas para lograrlo.
No pretendas tener todos los hitos claros desde este momento, ni todas las acciones. Tampoco te preocupes si al revisarlo resulta que te faltan acciones para llegar al siguiente hito. De momento déjalo así porque ya tendrás tiempo para poner o quitar.
Lo importante es que no te paralices. Así que si eres capaz de ir poniendo fechas mucho mejor, y si no, al menos pon algunos plazos para que tu mente te vea dispuesto y se lo crea.
5.- Si no sabes cómo vas a conseguir realizar alguna acción, piensa a ver qué recursos te faltan para llevarla a cabo, y si lo necesitas, desdobla esta acción en dos: primero tengo que aprender a «…..” y luego ya puedo «…..”.
¿Ves qué fácil es no agobiarse?
Todo vale con tal de que no tires la toalla, y menos ahora que sólo estás planificando, y los cambios que hagas no tienen ninguna consecuencia.
6.- Si no estás satisfecho, puedes repetir este ejercicio. Seguro que una segunda vez te cuesta menos.
Como ves no hay excusa que se sostenga si aprendes a ser flexible y disfrutas con esto que estás haciendo de dar forma a tu sueño.
Ya sabes, a veces se disfruta más imaginando lo que vas a conseguir, que cuando por fin lo logras.
Pero si lo haces con ganas este tampoco será tu caso, porque al final te habrá merecido tanto la pena, que estarás deseando volver a empezar con un sueño nuevo.