Rosario ya lleva más de un año en paro y está agotando la prestación de desempleo, y aunque tiene unos ahorros no quiere agotarlos también.
Está en un momento delicado porque cuando piensa en trabajar de teleoperadora, algo dentro de ella se revuelve y cuando piensa que tiene que esperar a que le salga algo de lo suyo, la ansiedad le recuerda que su paciencia ya está al límite.
Rosario se encuentra en un dilema emocional y profesional importante donde el trabajo, eso a lo que dedicamos más de media vida, se convierte en el centro de todo.
Cuando Rosario pide consejo, unos le dicen que coja cualquier cosa cuanto antes, y otros que espere porque ella vale mucho como para trabajar de cualquier cosa. Total, que Rosario cuanto más pregunta menos claro lo tiene.
¿Qué le podemos aconsejar?
Es evidente que cuando nos plateamos trabajar de algo que es “menos” que lo nuestro, donde nuestras capacidades no van a ser aprovechadas, ni vamos a ganar lo mismo, en definitiva, donde nuestra profesionalidad no va ser reconocida, nos da miedo.
Nos da MIEDO, y también nos da VERGUENZA, vamos a reconocerlo, porque asociamos nuestra valía, y nuestra autoestima con el empleo que hacemos. Es una cuestión de status.
“Soy menos de camarera o de teleoperadora que de diseñadora”, esto que no queda bien decirlo, resulta que lo sentimos, así que dejémonos de bobadas y abordemos estas emociones que no nos gustan para diferenciar bien las cosas.
Es tu puñetera IMAGEN la que está en juego cuando tienes que trabajar de algo menos cualificado de lo que podrías hacerlo, o de algo que no te gusta, o de algo incluso que está mal visto.
Recuerdo cuando en mi sector de informática ser comercial era “peor” que ser programador, y ser “programador” era menos que ser responsable de proyecto. Status y más status, imagen social, y sobre todo imagen de ti hacia ti.
* Esta visión te permitirá abordar tu SITUACIÓN DE URGENCIA con objetividad y sin poner en juego tu autoestima.
* Traza un PLAN DE ACCIÓN donde contemples trabajar el tiempo que haga falta de lo que sea para cubrir tu necesidad económica.
Si entiendes que sólo está en juego tu ego y no tu valía profesional ni tu autoestima podrás perfectamente abordar esta situación y conseguir resolver tu urgencia sin hacer un drama de ello, si no lo entiendes probablemente no hagas ni lo uno ni lo otro, es decir, no cojas el trabajo menos cualificado para resolver el problema económico, ni tengas la ACTITUD adecuada para esperar a que surja algo de lo tuyo.
**Vamos que harás un pan como unas tortas, porque tendrás ansiedad, y a la vez tu AUTOESTIMA cada vez dependerá más de tu situación financiera y menos de la confianza que tienes en ti de resolver esta situación que la vida te ha puesto por delante.
¿Cómo se resuelve la situación de Rosario?
Con algo que seguramente no te va a gustar escuchar, sobre todo si estás en estas, con RESPONSABILIDAD.
Veamos:
Tu EGO lo puede resistir si eres responsable. Si no lo eres, buscarás dos millones de excusas, como que no puedes estar sin esto o lo otro. Asume que un PLAN DE SUPERVIVENCIA ECONÓMICA significa renunciar a cosas materiales, y de nuevo no pongas tu autoestima en tenerlas. No te engañes. No vales más ni menos porque tengas que vender tu coche o alquilar tu casa si es necesario.
De nuevo la solución está en ser responsable y DECIDIR dejando de lado tus prejuicios, modificando tu forma de pensar, si es que hay ideas rígidas que te limitan o te mantienen en el miedo.
“Yo no voy a volver a empezar de nuevo“, es una idea muy limitante, ¿quién te ha dicho que habías ganado algún derecho?, quizás tengas que demostrar de nuevo lo que vales…
Creemos que el primer trabajo que encontremos tiene que ser el ideal y si no es así debemos dejar pasar esa oportunidad, esta es una creencia que en estos tiempos nos limita mucho.
Como si una vez que ya estamos en un trabajo no pudiéramos seguir buscando.
¿Nos será que temes volverte cómodo/a y no te fías de ti?
Esta ya es otra cuestión.
Es una responsabilidad contigo y con tus sueños y tus ilusiones, pensando en cómo te vas sentir si la eludes. Y para no engañarte recuerda que está en tu mano diferenciar bien entre lo que te dice tu ego de lo que realmente es importante para ti. Tu ego, la opinión de los demás, tu imagen, tu status social… todo va en el mismo pack.
Si te fijas hay cosas que sabes…
2.- Trabajar de algo que no es lo que buscas ahora puede darte la tranquilidad para mantener la actitud adecuada y seguir en tu búsqueda, lo demás son excusas para seguir donde estás, ciego/a a las consecuencias emocionales que antes o después te pasarán factura.
3.- Tu frustración y tu impotencia viene de tus condiciones/limitaciones y tu estrechez de miras a la hora de buscar trabajo, ¿no será que rechazas todo lo que no se parece a tu ideal de trabajo o que ni siquiera lo contemplas?
Tener un trabajo digno no es una cuestión de merecimiento, sino de moverte y tener paciencia. Un trabajo que no es lo que deseas te dará la capacidad de concentración, dedicación y esfuerzo. Y la sensación de controlar tu vida y no ser víctima de las circunstancias “injustas”.