Samuel lleva más de un año con Rosa. Al principio se veían mucho, incluso pasaron 15 días de vacaciones juntos cuando sólo llevaban saliendo 2 meses. Todo iba muy bien. Pero hace 7 meses que Rosa le pidió a Samuel más espacio porque estaba agobiada. Desde entonces Samuel dice que Rosa cancela continuamente las citas con ella y está desesperado.
¿Cuánto tiempo tiene que esperar Samuel hasta que Rosa deje de agobiarse?, ¿qué puede hacer para que no le haga falta ver a Rosa tan a menudo?
Estas no son las preguntas adecuadas para resolver la situación de Samuel porque le colocan en una posición de espera.
La clave no está en lo que tiene que hacer Samuel para hacer llevadero el ritmo de Rosa. La cuestión es otra:
¿Cuánto tiempo necesita Samuel para convencerse de que Rosa seguramente nunca va a querer verle más a menudo?
Dejando al margen lo que Rosa explique a Samuel, hay cosas que Samuel ya sabe y no quiere ver. No son palabras, son hechos. Y los hechos son estos:
- Si Rosa cancela las citas con frecuencia es porque no necesita ver a Samuel más a menudo.
- A Samuel esto le sabe a poco y le hace estar detrás de Rosa. La piedra está en su tejado.
¿Qué más necesita Samuel para darse cuenta?
Puede que Samuel piense:
- Necesito más tiempo para ver si a Rosa se le pasa el agobio y quiere pasar más tiempo conmigo como al principio.
- Necesito que me lo diga claro porque cuando le pregunto me cuenta que está muy a gusto saliendo conmigo y no lo quiere dejar.
- Necesito…
En mi opinión Samuel solo necesita una cosa: ¡ponerse un límite!!!!!!!
Está muy bien que no se precipite ni saque ninguna conclusión hasta que no esté convencido de que Rosa nunca va a “cambiar” en relación a lo suyo. El problema es que Samuel deje pasar tanto tiempo hasta estar convencido, que pierda la objetividad y olvide los hechos.
Desde fuera se ve todo muy fácil, pero desde dentro perdemos perspectiva. El problema es que nos cozamos en la olla tan lentamente que no nos demos cuenta, y para cuando queramos salir ya no podamos porque no nos queden fuerzas.
Lo suyo es que Samuel antes o después llegue a la misma conclusión que tú y que yo.
La clave está en que cuando empiece a darse cuenta, no se engañe y prolongue la relación haciendo oídos sordos a su frustración (o estado de cocción).
- Porque luego viene el sentimiento de culpa. Por ejemplo: “Si yo fuera más divertido, Rosa querría pasar más tiempo conmigo”.
- Y los intentos de ser mejor: “voy a intentar ser menos pesado para que no se agobie”.
Samuel no es adecuado para Rosa, lo mismo que Rosa no es la persona adecuada para Samuel.
Y hasta aquí podemos decir.
- Ninguno de los dos tiene la culpa de que sea así.
- Los dos tienen la responsabilidad de darse cuenta de lo que les sucede antes de engañarse a sí mismos y/o intentar engañar al otro, en pro de no quedarse solos.
- Asumámoslo, la pareja es cosa de dos. Ritmos distintos, distintas maneras de amar… lo que quieras, pero la realidad es la que es y si no coincidimos en ciertas cosas…
¿Qué puñetas hacemos forzando la máquina intentando pegar lo que no pega?
El resultado cuando “nos pasamos” es:
• La sensación de no ser válido para nadie.
• El miedo a la próxima relación.
• Una frustración y una rabia que se nos quedan dentro.
• Un deseo cabezota e improductivo de encontrar explicaciones que no existen, más allá de lo que sí existe: la cruda realidad.
Pero el problema no está en la realidad. ¡Bendita realidad!!
El problema está en nuestra incapacidad para aceptar las cosas como son.
El segundo problema es no saber pedir ayuda a tiempo y terminar hervido.
Contar en qué punto estás tú puede ser un buen comienzo, así que te animo a dejar un comentario y te aseguro que tendrás mi respuesta.
Es difícil no esperar cuando ha sido un año entero en el que si parecía que eras la persona adecuada. Como asimilar eso después de un año que para mi ha sido increíble? Gracias
Hola Mia,
Efectivamente en un año da tiempo a hacerse muchas ilusiones y creer que la relación es sólida, pero también da tiempo a observar y conocerse mejor que al principio cuando estamos demasiado ciegos. En mi experiencia, asimilar algo así supone un duelo en toda regla, quiero decir, con todo lo que eso significa de negación y dolor, hasta que llega la aceptación. Habrá cosas que “comprenderás” y con el tiempo verás de otra manera, y otras que sencillamente no les encontrarás explicación alguna. Si me permites un pequeño consejo, en la medida de lo posible gasta tus energías en pasar revista a lo tuyo y no tanto a lo de tu pareja, tus interpretaciones, lo que esperabas, lo que creíste, lo que te inventaste… Analiza y evita la culpa para que tu duelo avance.
Te deseo mucha fuerza!!
Yo no supe darme cuenta a tiempo y me cocí del todo. Y da igual lo que esperes por él o lo que hagas, el otro terminará por irse aburrido de que le des todo lo que te pida ( o incluso sin pedirlo siquiera) y de que no le pongas límites. Lo siguiente es recoger los trozitos de tu corazón e intentar recomponerte como puedas.
Gracias a ti Esteher,
Sí, ese desgaste emocional en parte es inevitable, pero en otra parte nos lo podemos ahorrar si perdemos el miedo y tomamos alguna decisión.
Un abrazo grande!
Que verdad más grande, el miedo a quedarse solo,o a pensar que lo lógico es conformarse,si se fuerza la máquina como tu dices Mercedes, puede acabar todo peor,desgastados emocionalmente los dos,y pasándolo mal.
Super interesante el artículo, mil graciassss