Seguro que has oído hablar del nido vacío en familia. Cuando los hijos se marchan, el padre, y sobre todo la madre se encuentran con que sus polluelos ya no están. ¿A quién cuido?, ¿de quién me hago cargo?, resultan preguntas intensas y bastante dolorosas.
Son momentos en los que los padres descubrimos que no tenemos vida más allá de nuestros hijos porque un buen día nos pareció una idea estupenda centrar nuestra existencia en ellos, nuestros hijos.
«Encontrar pareja»
Si estás buscando pareja, tu nido puede que algún momento estuviera lleno, pero quizás nunca lo estuvo, la cuestión es que si ahora está vacío y lo vives como una ausencia, entonces…
- Miguel se compró un piso pensando que así todo sería más fácil cuando encontrara novia.
- Isabel hizo lo mismo, además con la idea de tener algún día un niño y una niña.
Podemos pensar que son muy previsores y no digo que no, pero me pregunto si no se están anticipando, y en este caso, cómo les afecta emocionalmente esta situación.
¿Qué sucede cuando te preparas para un futuro en pareja y las cosas no salen como esperabas?
1.- Tu necesidad de encontrar pareja se convierte en un filtro estrecho por donde miras tu futuro.
Conoces gente y aplicas este filtro: “me vale como pareja o no me vale”. Descartas a las personas porque no puedes perder el tiempo haciendo amigos, además eso no es lo que tú quieres.
2.- Conviertes tu vida en una búsqueda, una espera.
De manera que todos tus pensamientos, tus proyectos presentes, tus planes están teñidos de este estado de “esperanza”.
3.- Postergas. Dejas de hacer cosas que podrías hacer ahora, esperando el momento ideal: tener pareja.
Y como dice el refrán, suele ser que el que espera desespera. A parte del reloj biológico también existe ese calendario mental que cada vez que lo consultas algo dentro de ti se contrae.
4.- Te concentras mucho en tu objetivo, convencido de que así tienes más posibilidades.
Pones todos tus esfuerzos, toda tu energía y todos tus pensamientos en ello. El problema es que obsesionándote no vas a conseguir nada, bueno sí, seguramente estrecharás más tu filtro.
Con el tiempo te viene la rabia, el agobio y la frustración. Atrás queda la ilusión y tu proyecto de vida.
-
¿A qué te has reducido?
-
¿En algún momento piensas en tu presente o sólo te imaginas en el futuro?
Permíteme un consejo…
Para encontrar pareja deja de buscarla.
No se trata de renunciar a encontrar pareja, ni de resignarte,
Se trata de devolver tu atención a ti, a lo que deseas para ti, y en el camino… si aparece la pareja, bienvenida sea.
Además, cuando no necesitas es cuando encuentras.
- Cuando tener pareja deje de ser una necesidad para sentirte feliz, entonces tu filtro mental habrá recuperado su dimensión original.
-
Tener o no pareja será una más de las cosas que entren en tus planes y sucederá o no como tantas otras cosas en tu vida, pero no será imprescindible para que estés satisfecho.
- Nada habrá cambiado, más que tu manera de “mirar”, y habrás recuperado tu tranquilidad.