Eres mi amigo del alma.
¿Recuerdas cuando decíamos esto de pequeños?
¡Que importante era escuchar a alguien que tú eras su mejor amigo! ¿verdad?
¿Pero crees que ahora es distinto?
Ahora que somos adultos, nos sucede exactamente lo mismo.
A la hora de buscar amistades seguimos haciendo lo mismo que cuando teníamos 6 años.
Mira este caso…
Raquel y María se conocen en una sesión de yoga.
Se caen muy bien desde el primer día, y enseguida empiezan a quedar.
María se ha separado hace un año y se siente bastante sola, además no tiene amigos. Hasta ahora su vida había sido su familia. Y sus hijos, aunque viven con ella, ya van a su rollo. Lo normal a su edad.
Raquel es más joven que María. Ahora está muy preocupada porque está en paro, y lo está pasando muy mal porque cree que su chico le ha puesto los cuernos con una compañera de trabajo.
María está encantada de haber encontrado a Raquel, le parece un milagro haber echo una amiga y está muy ilusionada.
Raquel está encantada de poder desahogarse con María. Se siente muy comprendida, y le encanta escuchar sus consejos.
Raquel invita a María a salir con su grupo de amigas, y durante un par de meses todas se ven a menudo.
Un día María propone a Raquel irse juntas al teatro porque le han regalado unas entradas. Pero Raquel le dice que ya había quedado con el resto del grupo esa tarde. María se decepciona mucho, y se pone como una fiera. Y le cuenta a Raquel: “Creía que yo era tu mejor amiga”,
“Tú sabías la ilusión que yo tenía por ir al teatro, y no te ha importado”, “A las demás las puedes ver cuando quieras”, “Esto era importante para mí”,
“Yo creía que lo nuestro era especial”, “Creía que yo era tu mejor amiga y me has decepcionado”.
Cuando Raquel intenta explicarle sus motivos, María ya no atiende a razones.
¿Es por la cita del teatro?
NOoooo,
María se decepciona por las EXPECTATIVAS que había construido acerca de su amistad con Raquel.
Ambas se hacen amigas, inconscientes de que se están agarrando la una a la otra como a un clavo ardiendo.
En el fondo, les importa muy poco su amistad, porque en realidad “se utilizan” como manera de cubrir sus carencias.
Desde este lugar se alagan, se dicen cosas preciosas, y casi se prometen amistad eterna, como si fueran un par de enamorados.
Sin embargo, en su ceguera, cada una cree a la otra porque le interesa, ambas se sienten escuchadas y comprendidas.
Importante:
2.No tengáis prisa por haceros amigos. Quizás sólo vas buscando oídos y le exiges que te escuche, le apetezca o no. Quizás lo vuestro es un pacto de sacrificio donde ambos aguantáis con tal de tener a alguien con quien desahogaros.
3.Date cuenta hasta dónde os exigís exclusividad.“Sólo yo puedo ser tu mejor amigo”, “eres el primero para mí”, “no me puedes fallar”. Esto no es lealtad, es dependencia. Necesito que ser lo más importante para ti, y a cambio te adulo y te halago todo lo que quieras.
¿Cuanto tiempo crees que va a durar la amistad entre María y Raquel?
Justo el tiempo que pase hasta que suceda algo imprevisto.
Parece que han construido una amistad tan efímera como la vida de un mosquito (el pobre sólo vive de 10 a 30 días).
Mientras todo sea de color de rosa, seguirán juntas, pero en cuanto suceda algo, su amistad se esfumará, y muy probablemente sucederá de forma virulenta.
Volviendo al mosquito…
Lo dejarán habiéndose picado antes, y causándose dolor. Pasándolo mal, culpando la una a la otra, sin
comprender realmente que lo que construyeron no podía llegar a buen puerto, porque nunca se eligieron por lo que en realidad son.
Nadie nos enseña a construir relaciones de amistad, pero nunca es tarde para aprender.
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Empieza por hacerte amigo de tus carencias.
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Cuéntate y escúchate con atención, y cuando te conozcas un poquito mejor, comparte con otros tu deseo natural de relacionarte.
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Y así, menos ignorante de ti, estarás preparado para reconocer al otro, y ver si ambos os elegís como amigos.