Bienvenido al mundo de lo posible y lo imposible…
¿Te cuentas algo así?
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Quiero ser madre o padre, y veo que se me pasa el arroz.
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Quiero tener pareja, pero no hay manera.
Como yo lo veo:
- Hay cosas que ya sabes que son imposibles de conseguir y aun así te empeñas en ellas.
- Hay cosas que puedes conseguir, pero no sabes si las lograrás.
- Hay cosas que están al alcance de tu mano, pero no sabes por qué no las consigues.
¡Allá vamos!
1.- Hay cosas que ya sabes que son imposibles de conseguir y aun así te empeñas en ellas.
Por ejemplo: quiero tener una familia donde todos nos llevemos bien, y pasemos juntos las Navidades cantando villancicos con una sonrisa.
No te digo que sea absolutamente imposible, pero sí es muy improbable, ¿no te parece?.
Por soñar no pasa nada, pero…
¿Y qué hago yo empeñado en algo imposible, que además no depende al 100% de mí?
Hago el tonto. Sí, lo que hago es comprar todas las papeletas para la rifa de la frustración y la decepción, así de sencillo.
Se realista. Aterriza. Pon los pies en la tierra y piensa…
• ¿Voy a pasarme la vida queriendo lo que no puedo tener?, ¿qué sentido tiene?
Tiene un único y potente sentido: Rellenar tu vida porque no tienes nada mejor que hacer con ella.
Tiene el sentido de entretenerte, de matar el tiempo, de dejar que la vida pase, de no hacer otra cosa que lamentarte, de no afrontar tu realidad…
Esto es lo que todos sacamos en limpio cuando nos pasamos el tiempo diciendo que queremos algo y que si no lo conseguimos no seremos felices. Nos entretenemos y nos ahorramos la responsabilidad con nosotros mismos de buscar otra manera de ser felices.
Hay mucho egocentrismo detrás de esta actitud, mucha arrogancia, mucho ego mal entendido, mucha soberbia… y también mucha inconsciencia, mucho miedo, y mucha insatisfacción. Porque somos humanos y caben dentro de nosotros todas nuestras miserias y todas nuestras virtudes.
2.- Hay cosas que puedes conseguir, pero no sabes si las lograrás.
Adelante campeón, pelea por ellas, y busca el modo de lograrlas.
El mejor ejemplo es lo que te decía al principio: “quiero ser madre o padre”, “quiero tener pareja”.
¡Cuidado!, mira hasta qué punto conseguir estas cosas se ha convertido en el centro de tu existencia.
• Si no vives, si no eres feliz mientras peleas por ello…, algo no funciona bien.
• Si condicionas tu felicidad al logro, algo te estás contando que no es demasiado sano para ti.
Corres peligro de creerte lo que te cuentas y quedarte atrapado en tu historia si cierras los ojos para convencerte que solo cuando consigas eso que deseas tu vida tendrá sentido.
Tampoco vale decir que los demás te presionan. Si es así, mira a ver por qué te dejas. ¿no será que en el fondo estás de acuerdo con ellos y sólo te hacen de espejo?
¿Qué le sucede a un niño que no consigue el juguete que quiere? Pues que después de una rabieta se busca otro juguete u otro entretenimiento. Otra manera de lograr ese bienestar que hubiera logrado con su juguete soñado.
Pues aquí lo tienes.
Se llama cambio de planes. Ampliar tus expectativas, buscar alternativas para ser feliz, otras maneras de sentirte satisfecho.
Y seguramente en la búsqueda descubras muchas más cosas de las que esperabas.
Por cierto, empieza a buscar por dentro, antes de irte afuera a buscar como loco. Me refiero a buscar dentro de ti.
Y si llega un momento en el que “lo que quieres ves que es imposible”, aplica por favor las estrategias de antes porque será que ya no estás en “las cosas que puedes conseguir”.
3.- Hay cosas que están al alcance de tu mano y aun así no sabes por qué no las consigues.
Mira a ver si de verdad las quieres conseguir, porque suena muy raro.
Si quieres, ¿qué te impide hacer lo que tengas que hacer para conseguirlas?
Piénsalo bien y no te engañes.
• ¿No será que realmente no las quieres?
• ¿No será que te entretienes soñado que las quieres?
De nuevo creo que esta manera de entretenerse y rellenar la vida es demasiado arriesgada porque te mantiene en la luna, y vives aquí en la tierra, ¿recuerdas?
En definitiva…
Si mi vida no tiene un sentido en sí misma, no tengo un propósito, no tengo ilusión por el simple hecho de estar vivo y amanecer todas las mañanas, entonces me empeñaré en conseguir cosas para ser feliz.
Es muy lícito querer cosas y luchar por ellas, pero también es muy lógico cambiar de planes cuando la vida nos demuestra que no va a ser posible tenerlas.
Si no me adapto de forma natural a lo que va sucediendo y no va saliendo como yo esperaba, es que en algún momento he perdido ese hilo conductor de mi vida. Eso que marca mi rumbo, y me mantiene conectado con ella. Eso que me permite amoldarme y aceptar lo que va viniendo.
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Cambia el chip.
Dedícate a ver las cosas de otro modo. Adáptate como el camaleón. Amóldate como la arcilla. Tú y solo tú puedes hacer esto por ti. Es cosa tuya y solo tuya.
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¿Y cómo puedes hacerlo?
Queriendo, sólo queriendo de verdad.