¿Quién habita en ti?

¿Hoooola?

¿Quién hay ahí dentro?

Este es un buen momento para hacerse esta pregunta porque las vacaciones (o las no vacaciones) aunque suelen ser maravillosas, nos sacan de nuestra rutina y quieras que no, nos remueven cosas por ahí dentro.

¡Genial!

Pues dime:

¿Estás desconcertado, enfadado, muerto de aburrimiento, vacío?

¿Estás feliz, entusiasmado o sorprendido?

¿Cómo estás?

Y sobre todo… ¿qué te estás contando?

Aprovecha y no busques a toda prisa una excusa para salir de tus sensaciones de ahora.

Sé valiente, y pregúntate: ¿Quién habita en ti?

Quién hay por ahí que se ha enamorado, o se ha desengañado o se está sintiendo más sólo que la una.

¿Te das cuenta que todo lo que esté sucediendo que no esperabas, te está descubriendo en verdad lo que querías?

Y ese que siente cosas, ¿cómo le ves?

¿Es amigo?, ¿es sólo conocido o es un extraño?

Déjale a ese que llevas dentro, que aproveche estos días para desmelenarse y hacerse preguntas.

Déjale que te cuente cómo está. Si te dice que está harto, que esto ya lo sabías, que pareces tonto, que nunca más, que todo es maravilloso o que no quiere volver nunca de estas vacaciones… permítele que te lo cuente.

Son momentos para desconectar, de descanso, y de sorpresas.

Momentos de hacer planes y soñar, y también momentos de toparse con la realidad.

¿Y cómo vive esta realidad que se impone ese que está ahí?

Entre bañito y bañito, en medio de los pinos, o en el mismo asfalto de todos los días, allá donde estés, déjale que te cuente, porque él sabe. Es tu esencia.

Y él, tu SER INTERIOR, no entiende de vacaciones, pero sí siente lo que te sucede.

Irnos de vacaciones no nos aleja de nosotros tanto como quisiéramos a veces.

Quizás creíste que sí, pero ya has visto que no. Él se ha ido contigo.