Lo que faltaba, el síndrome postvacacional…
“Voy a intentar relajarme y descansar”.
“Ahora no voy a pensar en nada”.
“A la vuelta ya veremos”.
Todo el verano llevo escuchando estas palabras.
¿Cómo somos tan ilusos de pensar que las preocupaciones no se iban a venir con nosotros de vacaciones?
Te pones a hacer la maleta, y lo mismo que tu gato se mete dentro antes de que te des cuenta, las preocupaciones y los problemas no resueltos también se esconden rápidamente, no vaya a ser que te los dejes en casa.
Pobrecitos, ¿qué harían ellos sin ti?. Total, son como tus hijos. Tú los has creado y los mantienes, así que no seas un mal padre, y por favor, la próxima vez llévate todos tus problemas de vacaciones sin intentar engañarles, ¿vale?.
- Seguro que hiciste un plan de relax estupendo, de esos de: “voy a desconectar”, y con crucero o sin él, todo iba a ser maravilloso, pero quizás las cosas no han salido como soñabas.
- Y es que, además de llevarte contigo todo lo que te da vueltas en la cabeza, habrán sucedido cosas que no te han gustado. Imprevistos molestos que te han impedido disfrutar a tope de tus vacaciones.
¡Qué asco de vida!
Perdona por recordarte cómo son las cosas:
1. Resulta que la paz que buscabas yéndote de vacaciones al borde del mar, a la montaña o en la terracita del bar de al lado, pues no se encuentra en esos sitios, si es que no la llevas puesta.
La estética da de sí lo que da de sí. Te puedes maquillar, pero antes o después tendrás que lavarte la cara, digo yo, y entonces te enfrentarás a la realidad: tus arrugas, tus ojeras…, lo que hay.
¡Claro que ayuda irse a pasar unos días fuera!, y cambiar de contexto y de actividad, pero no podemos pedirle a las vacaciones que además de descansar nos cambien la vida. Sería demasiado, ¿no crees?
2. Así que a la vuelta, ya sabes lo que te espera, aprender de la experiencia y aceptar que las cosas no se resuelven solas, y que nada cambia si no haces nada nuevo.
3. ¿Qué ya estás de vuelta?. Pues por favor ahora no te enganches al síndrome postvacacional. Este es otro cuento chino que vas a escuchar mucho, y que sólo sirve para que, una vez más, eludas lo que te toca: la responsabilidad de afrontar tu vida siendo más realista, y no huyendo de lo que hay.
Claro que cuesta volver a la rutina, pero si tu día a día se hace tan insoportable, ¿no será que hay marea de fondo?, ahí te lo dejo…
4. Si no quieres hacer nada, no importa. Puedes continuar así sin ningún problema, porque no te van a faltar distracciones. Todos los septiembres las revistas se llenan de cursillos y colecciones, y ahora también las redes sociales.
5. Pero no olvides que todo esto es más de lo mismo, maneras de eludir el hacerte cargo de las cuestiones pendientes que sabes que están ahí. Te propongo un auténtico proyecto de mejora,
Un viaje hacia tu interior en este septiembre, que realmente te cure, y te ayude, y te haga sentir que estás apostando por tu bienestar emocional.
Tú eliges: seguir por donde lo dejaste y aprovechar la «vuelta al cole» para continuar con lo que dejaste a medias, con la energía que nos da el cambio de estación o, simplemente continuar «entreniendo tu vida«.
Si quieres ponerte las pilas, puedes contar conmigo, como siempre a través de los talleres y de mis servicios individuales. No nos iremos a la playa, simplemente…
Viajaremos hacia ese lugar, al que a lo mejor te da miedo ir sólo.
No te preocupes, yo te acompaño.