Estudiar forma parte de tu proyecto de vida porque te ayudará a conseguir tus sueños.
Es un gran proyecto, no una tarea que coges y dejas, ni una obligación.
Y cuando lo entiendes así, descubres que tienes la energía necesaria para conseguir hacer de tu tiempo de estudio una fuente de satisfacción personal y de crecimiento, sea cual sea la etapa de tu vida en la que estás.
¿Eres universitario?, ¿estás estudiando EGB o bachiller?, ¿preparas unas oposiciones?.
¿Eres padre o madre de un estudiante? Este post también es para ti.
Da igual lo que estudies y cual sea tu nivel académico. Si te cuesta la vida ponerte a estudiar, aquí tienes unas pautas imprescindibles para dejar de contarte historias y comenzar!.
Lo más importante que debes saber:
La clave está en tu motivación.
Lo que te mueve a estudiar, por lo que estás en ello.
¿Por qué dices que tienes que estudiar?
Si sólo estudias porque es lo que toca, lo siento mucho, pero estás perdido. Antes o después aparecerá esa materia complicada con la que ya no podrás, o sencillamente se te harán tan cuesta arriba todos los contenidos, que pensarás que no puedes con ellos. En cuanto tus estudios te requieran esfuerzo, tú tirarás la toalla.
Pero tranquilo, porque está en tu mano cambiar las cosas Y me refiero a PENSAR y SENTIR.
PIENSA y sé sincero contigo:
¿Realmente quieres estudiar?,
¿te lo has planteado alguna vez?, ¡Merece la pena!, detente unos segundos y respóndete con honestidad.
SIENTE y observa dónde está tu energía:
Siente en tu corazón y sin dejar que responda tu cabeza, mira a ver qué es lo que te gustaría hacer. Si no tuvieras que estudiar: ¿Qué harías entonces?, ¿durante cuánto tiempo?.
Y después de pensar y sentir, te repito la misma pregunta de otro modo:
¿Estás seguro que estudiar no formar parte de tus planes?,
¿puedes decir con toda seguridad que nunca jamás vas a estudiar?.
Lo dudo. ¿No será que?:
- estás agobiado por los exámenes,
- o no puedes con tantas asignaturas,
- no sabes cómo hacer para que estudiar no se te haga tan cuesta arriba,
- te aburres cuando estudias.
Si has respondido SI a alguna de estas preguntas, tu problema no es que no quieras estudiar, es que no sabes estudiar.
Si me aseguras ahora mismo al 100% que nunca más vas a estudiar y que no encuentras ningún motivo para hacerlo, lo dejamos aquí, no hace falta que leas más. Chao!
Pero si no estás completamente seguro, entonces te sugiero que tu problema es que no sabes estudiar y sacarle partido a tu esfuerzo. Si es así, no te comas más la cabeza y mira a ver cómo puedes hacerte un plan de estudios que te haga no perder la motivación y sentirte satisfecho con tus resultados.
MI PROPUESTA:
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Date cuenta de las excusas que te cuentas. Piensa que tus emociones te delatan.
- Retrasas el momento de empezar y te vas sintiendo cada vez más desganado y culpable.
- No comprendes el temario y te sientes frustrado,
- No te gusta lo que tienes que estudiar y te sientes sin fuerzas, son sueño y muy aburrido.
- No te creas todas estas historias, piensa que no son más que excusas y pasa al siguiente punto ya.
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Construye tu propio plan de trabajo.
- Márcate unos objetivos claros (fechas, temario, etc.)
- Organiza tu tiempo, intercalando horas de ocio y estudio.
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Cuando tengas tu plan escrito, léelo siendo muy crítico y observa cómo te hace sentir.
- Si hay ansiedad es que te estás exigiendo más de lo que puedes hacer.
- Si hay culpa es que quizás te has quedado corto con el tiempo de estudio.
- Si hay frustración es que no sabes cómo abordar tu plan.
- ….
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Exígete lo que sientas que puedes hacer. Mucho cuidado con las expectativas demasiado altas.
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No pienses en otra cosa que en lo que te toca abordar en cada momento.
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Si necesitas ayuda para comprender algo o para organizarte mejor, pídela.
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En resumen: haz todo lo que tengas que hacer para no quedarte en el intento con un plan que nunca terminarás de poner en marcha.
Si necesitas ayuda:
Si entra en tus planes estudiar, no valen las excusas ni contarte que no puedes. Para gestionar mejor tu tiempo, para descubrir si realmente quieres estudiar o por qué no terminas de arrancar tú sólo: