¿A qué estás esperando?
Vas listo como no hagas tú algo, porque el otro está claro que no va mover ficha.
¡Se ve tan claro desde fuera!!! Pero es tan difícil verlo desde dentro!!!!
TU CABEZA te lo cuenta, y cuando la escuchas, luego te dices: “mira que soy imbécil”, “no entiendo por qué si lo sé, no hago nada”, “esta relación me está matando, pero ¿por qué sigo?”…
TU CORAZÓN al escucharte se ahoga, le falta el aire. Pobrecito, él siente, así que hazle también caso.
Es miedo, sí, pero sobre todo es que…
¡Nunca supiste amar de otra manera!
Cada vez estoy más convencida de que nuestros corazones sólo hacen lo que siempre han hecho.
Y en estas, aparece alguien y te da un poquito de eso que necesitas para sentirte vivo y ¡allá vas, sin pensártelo dos veces!.
Y ¿tú?
Si ya sabes que el otro no te va a dar más, si sabes que no va a cambiar, si con lo de ahora te estás muriendo, ¿por qué continuas sin hacer nada?
Tienes dos motivos potentes, que en el fondo sabes:
- Algo sacas en limpio. El calorcito, ¿recuerdas?
- Sientes que tu castillo en el aire se derrumba si lo dejas.
Detrás de estos motivos hay una creencia existencialista que te acompaña desde que tienes uso de razón:
“la mejor manera de ser feliz es con pareja y hacer las cosas por mí me sabe a poco”.
¡Claro!, si nunca has hecho las cosas por ti, es normal que creas que estás mejor acompañad@ que sol@, aunque lo que tienes ahora te haga daño.
¡Brutal conclusión!!!
Pero tiene su lógica. Sufras o no, tu corazón por puro instinto de supervivencia no quiere quedarse sólo. Así que ya sabes por qué no mueves ficha.
Y mientras a esperar que el otro haga algo, que te dé un motivo para decepcionarte.
Pues ya te digo que como tengas la mala suerte de que el otro esté a gusto con lo vuestro, sea como sea… te puedes morir sentando esperando. Al otro no le conviene hacer nada porque a él sí le vale con lo vuestro. Y esto es tan lógico como lo tuyo, cuidado con echarle toda la culpa al otro.
¿Y qué puedes hacer?
- Empieza a pensar en ti. Empieza a decir NO. No quiero esto porque me hace daño.
- Recuerda lo mal que lo pasas y decide si te merece la pena.
Es duro, cuesta pero… ¡a veces hay que pensar más allá del momento!
- Quizás descubras que sin el otro no te mueres tanto como creías,
- Quizás tu corazón descubra que estaba equivocado y…
- Existe otra posibilidad: ENAMORARTE PRIMERO DE TI.
Claro.. el miedo a cortar por lo sano demuestra que la relación con uno mismo está descuidada…
La conclusión sería: soluciona lo tuyo,sin echar toda la culpa al otro, y empieza una relación sana contigo mismo.
Muy interesante tu artículo, gracias Mercedes
Hola Esther,
Qué bien lo has comprendido!!. Es justo como dices. Si empiezas por una relación sana contigo, verás cómo eres capaz de construir una relación igual de sana con tu pareja.
Gracias por compartir tu punto de vista tan sabio 🙂
Un abrazo!!!