Problemas y más problemas. Puede que te encuentres en un callejón sin salida o eso parezca. La vida a veces se nos complica con situaciones que no terminan nunca de resolverse, y compañías que nos vuelven locos.
¿Cómo puedes AFRONTAR estas situaciones?
Mi propuesta para iniciar un proceso de bienestar en situaciones difíciles:
- ¡DETENTE!
- ABANDONA EL RUIDO Y LAS PRISAS POR ENCONTRAR SOLUCIONES.
- MIRA A VER QUÉ PUEDES HACER DESDE LA CALMA Y LA CONCIENCIA.
- ASUME LA RESPONSABILIDAD DE TU VIDA Y EMPIEZA CON UNA MIRADA HACIA DENTRO.
- MANTENTE DESPIERTO PARA CONSTRUIR UNA NUEVA ACTITUD ANTE LA VIDA.
Pasamos de la depresión a la ansiedad, buscando como locos que las cosas se solucionen. Nos desconectamos de tal manera de nosotros mismos que nuestra atención ya sólo está en lo de fuera. En lo que sucede a cada minuto y tan rápido, que no nos deja tiempo para darnos cuenta. Saltamos de tema en tema, y cuando ya no podemos más, buscamos una solución instantánea para terminar con la angustia que se ha apoderado de nosotros.
AVISO: este puede ser un proceso tormentoso con muchos fuegos artificiales (ansiedad, agresividad,…) para llamar la atención de los demás, o un proceso silencioso e interior (depresión, abandono,…) donde nos vamos apagando y llamando la atención también de este modo.
¿Te suenan estas sensaciones?
Entonces es que la desesperación te ronda. A todo esto le llamo RUIDO. El bullicio en el que se ha convertido tu vida y no te deja respiro.
DETENTE: puedes recurrir al ansiolítico o la valeriana, pero yo te aconsejo sobre todo que te detengas unos instantes y respires. Haz consciente tu respiración y utilízala con el ancla que te sujeta a la realidad del presente y te sirve para centrar tu atención en él. Porque, olvídate, nadie podemos darte nada que te solucione las cosas de inmediato.
Si quieres que algo comience a cambiar, eres tú y sólo tú quien tiene que hacerse cargo DE TI desde este momento de tu vida.
Este proceso empieza en reconocer que no existen milagros y que cualquier mejora es un proceso que debes hacer conscientemente con o sin ayuda profesional, pero mirando hacia lo que sientes y tu manera de reaccionar.
Este “darse cuenta” es el primer paso. Ahora viene la decisión de hacer algo. Es decir, te toca asumir la responsabilidad de tu vida. Indagando en los que piensas y descubriendo por qué haces lo que haces. Deja de prestar tanta atención al ruido de afuera, y
CÉNTRATE EN TI. Es una mirada hacia dentro que terminará convirtiéndose en una actitud nueva ante la vida, aunque ahora te sepa a poco porque las cosas no cambien rápidamente.
Al ir tomando conciencia de lo que hay, de nuestro presente, descubrimos cómo nos enganchamos a las situaciones y cómo lo que nos sucede tiene que ver con nosotros más de lo que parece.
Intencionadamente o no, piensa hasta qué punto lo que te sucede es lo que “quieres”, o dicho de otro modo, lo que te sucede es lo que permites.
Lo que vas tejiendo con tu actitud, y tu manera de reaccionar, lo que consientes. No estarías donde estás sino hubieras tomado ciertas decisiones, inconscientes la mayoría, pero que te han alejado de tu bienestar y tu verdad. Por eso es tan importante volver a tomar conciencia de tu vida.
Hola,
Gracias Ana. Me alegro mucho que te gusten mis artículos, y ojalá puedas aplicar a tu día a día algunos de estos consejos. Comenta siempre que quieras…
Un abrazo!!
Buenos días,
le felicito por estos artículos. La manera sencilla, concreta y práctica de exponer. Me parece que son casos en los que nos vemos identificados. Creo que da en en el blanco. Gracias.