Cuida tu relación de pareja
Vaya por delante que no tengo nada en contra de compartir el ocio con tu pareja y pasarlo fantásticamente, te lo aseguro. Hoy sólo quiero revindicar el lugar verdaderamente importante para que vuestra relación se mantenga viva: el día a día y el verdadero amor.
A veces en nuestra cabecita se activa el chip de “lo nuestro ya es algo seguro”, entonces es cuando nos relajamos y sin darnos cuenta reservamos para momentos especiales eso de “estar pendiente del otro”. Sabemos que no podemos descuidarnos, pero creemos que con tener presentes ciertas fechas ya es suficiente.
Te acuerdas de vuestro aniversario, de planear un viaje, estás atento a su cumpleaños… ¿y el resto de días qué?
Siempre me pregunto:
¿Cuántas veces unas vacaciones han arreglado los problemas de una pareja?
Pues francamente creo que muy pocas.
El secreto de una relación sana y viva está en las pequeñas cosas de todos los puñeteros días.
Esa vez que has salido por la puerta de casa mosqueado o mosqueada sin decir adiós, o esa otra que no le has contestado para que se fastidie.
- ¡Cuánto miedo a que piense que ha ganado él o ella!
- ¡Cuánto ego para tapar que me ha dolido lo que has dicho!
Una relación de pareja no se mantiene viva porque sí.
Que ya tengas lo que querías en la vida, tener una pareja estable, casarte, formar una familia… no significa que ya lo tengas todo hecho, al contrario.
Comienza el tiempo de cuidar lo vuestro.
Si nos acomodamos, si empezamos a medir lo que el otro hace por mí y sólo contamos con nuestra pareja para pasarlo bien, si vivimos ajenos a lo acontece dentro de ese ser humano con el que compartimos el día a día… antes o después descubriremos que tenemos que ver muy poco o nada con él o ella.
La lista de excusas para dejar pasar una tras otra las situaciones cotidianas es interminable y todas son buenas, no te digo que no.
Está la falta de tiempo. ¿Cuántos minutos hacen falta para decir lo que estás sintiendo o preguntarle al otro?. Los mismos que inviertes en cambiar de tema o hablar de barcos.
¿Cuánto se tarda en decir “luego lo hablamos”?. Lo que sucede es que “luego” ya no nos interesa hablar para no discutir. “No es el momento”, “ahora que estamos tan bien”…
Más excusas para no comunicarnos:
- No te digo lo que necesito porque ya deberías saberlo (orgullo).
- No quiero que veas lo que me ha afectado lo que me has dicho (rabia, orgullo).
- Prefiero estar bien (pereza).
- Seguro que no me comprende (miedo).
No caigas en la indiferencia y te conviertas en un extraño para tu pareja.
Para mimar una relación hay que renunciar a ciertos hábitos:
- Deja de callarte.
- No salgas corriendo cuando huele a discusión o conversación incómoda.
- Deja de arreglarlo todo en la cama o con cariñitos.
-
….
Aprender a disfrutar de la rutina y de las cosas corrientes enriquece mucho más lo vuestro que estar pensando todo el tiempo que viajes fantásticos o regalos caros.
Pero para esto hay que estar muy convencido de que realmente AMAS a tu pareja.
Si nunca te lo habías planteado así, quizás ahora sea buen momento para hacerlo.
Este es el verdadero pegamento que os une, EL AMOR.
¿O acaso no fue por donde empezó todo?