Parar el tiempo…
Esta mañana parece que el tiempo se ha parado.
Es la mañana de las ausencias. Inexplicablemente han aparecido en el cielo unas nubes consistentes, y no hace el solazo de todos los días. Apenas hay coches en la calle. En el parque los perros habituales tampoco están.
Hay una paz extraña y una sensación de que todo se ha detenido. Menos gente, menos actividad, menos sol, menos de todo.
Todas estas sensaciones me han hecho pararme también a mí. Estoy observando toda esta quietud inesperada y esta ausencia de lo de siempre.
Mi cabeza me dice que existe una explicación lógica: es 31 de Julio, estoy en Madrid, hoy comienza la “operación salida”, así que no es que hoy haya amanecido en Marte.
Pero lo interesante es que he conectado con algo:
¿Qué quedaría si parara el tiempo y “dejara de hacer” en este mismo instante?
Mira lo que me ha sucedido:
- Han venido preguntas incómodas a mi cabeza.
- He chequeado rápidamente mis ganas de hacer a ver si con suerte no se han apagado del todo.
- He revisado mi estado de ánimo para comprobar que no estoy deprimida.
Y todo esto lo he hecho buscando una certeza:
“Estoy bien, me siento bien, puedo seguir adelante.”
Pero hay algo más, antes de todo el chequeo, durante unos segundos…
He conectado con ese miedo interior indefinido que instintivamente sé que está ahí. Antes de asegurarme que seguía “peleando” con mi vida, LO HE NOTADO.
Creo que he vivido uno de estos momentos de “falta de suelo bajo los pies” que describe la maravillosa Pema Chodron.
“Debajo de nuestras vidas ordinarias, debajo de todo lo que hablamos, de todo lo que nos movemos, de todos los pensamientos de nuestra mente, hay una fundamental falta de suelo bajo los pies. Esta ausencia está allí, borboteando constantemente; la experimentamos como inquietud y nerviosismo, y también como miedo. Es lo que motiva la pasión sexual, la agresión, la ignorancia, los celos y el orgullo, pero nunca descendemos hasta su esencia.”
Y lo que instintivamente me ha salido hacer esta mañana, creo que es esto que ella llama REFRENARSE.
“Refrenarse es la práctica de no rellenar inmediatamente el espacio porque hay una brecha.
Una de las formas de entrar en contacto con la ausencia de suelo bajo los pies es percibir cómo tratamos de evitarlo. Refrenarse, es decir, no actuar siguiendo un hábito cuando notamos un impulso, tiene que ver con renunciar a la mentalidad del entretenimiento.
Al refrenarnos, vemos que hay algo entre el surgimiento del anhelo, o la agresión, o la soledad, o lo que sea, y cualquier acción resultante. Hay algo en nosotros que no queremos experimentar y, de hecho, no lo experimentamos porque actuamos muy rápidamente.
Refrenarse es el método que permite llegar a conocer la naturaleza de la inquietud y del miedo, es un método para asentarse en esa falta de suelo bajo los pies. Si nos entretenemos inmediatamente con charlas, actos, pensamientos, sino hacemos ninguna pausa, nunca podremos relajarnos. Pasaremos toda la vida acelerados.
Refrenarse es la forma de hacerse amigo de uno mismo al nivel más profundo posible.
Podemos empezar a relacionarnos con todo lo que hay debajo y veremos qué es algo suave, muy tierno, que experimentamos como miedo o nerviosismo.”
Nos propone aprender a detenernos un momento, a no repetir las cosas impulsivamente una y otra vez.
Porque “detenerse un momento en lugar de llenar el espacio de manera inmediata es una experiencia transformadora”
A mí me ha servido esta experiencia de hoy para descubrir que:
-
No necesito “hacer” para sentirme viva.
-
Si no hago, lo que queda no tiene por qué ser vacío, ni miedo, ni tristeza…
-
Lo que queda, efectivamente es una sensación suave y muy tierna. Un gran alivio de no necesitar hacer nada para sentirme bien.
Este es un lugar que te animo a que investigues porque siempre estará ahí esperando a que un buen día te pases a visitarle.
Yo le he visitado hoy porque he tenido la suerte de que esta mañana de verano todo me resultara extraño, pero seguro que cualquier momento es bueno, y si quieres puedes encontrar el tuyo. Ya sabes, sólo tienes que probar esto de REFRENARSE.
Nota: el texto extraído es de la obra “Cuando todo se derrumba” de Pema Chodron.
Refrenarse es una palabra con contenido, para mi es dificil hacerlo, pero tendre mi momentoby llegare a mis pies. Gracias por hacerme ver la vida de otra manera.
un beso.