Mira estas preguntas.
- ¿Tienes miedo de tener sexo por si te enamoras?
- ¿Nunca tienes sexo sin amor?
- ¿Crees que ya no hay amor cuando no te apetece tener sexo con tu pareja?
- ¿Tienes sexo cuanto antes para enamorarte y que tu pareja también se enamore?
- ¿Quieres tener sexo, pero le llamas amor para conseguirlo?
- ¿Necesitas llamar amor al sexo que tienes con tu pareja?
- …
Puede que alguna de estas situaciones sea tu caso. Pero sigue, sigue, no te cortes. Continúa haciendo frases con sexo y amor, y verás cuántas cosas descubres de ti. De lo que llamas amor y de lo que llamas sexo. De tus prejuicios y tus creencias. De tus sentimientos.
Si existe una combinación explosiva es precisamente esta: SEXO y AMOR.
Venimos de una cultura que necesita llamar ”hacer el amor” a todo, a tener sexo con amor y sin amor.
El sexo sin amor está o estaba muy mal visto, porque el sexo se vive o suele vivirse como algo menos digno que el amor.
Pero no porque lo sea, sino porque tradicionalmente le hemos supeditado al amor. Condición sine qua non.
¿Utilizas el sexo para conseguir el amor?
No corras tanto, y antes de responderme que no, mira el caso de Agatha.
Ella sabe que siempre que hace esto se enamora casi al instante.
“Luego si no funciona lo pasa muy mal, porque ya me he hecho ilusiones”, me dice.
Incluso se siente utilizada por su pareja, se avergüenza y le preocupa que piense que es una chica fácil.
Entonces…
- ¿Si Agatha sabe que se enamora en cuanto tiene relaciones y luego se arrepiente si las cosas no salen bien, por qué repite este patrón?
- ¿Es incompatible su conducta con su deseo de encontrar una relación estable?
Puede que Agatha sea muy inmadura y haga esto a sabiendas de las consecuencias, no digo que no.
Aunque lo más probable es que no sea consciente de que utiliza el sexo como manera de “atraparse” y “atrapar” a su pareja en sus ganas de tener una relación estable.
Sí, este es un uso muy habitual del sexo.
Como sé que mi cabeza asocia sexo con amor, tengo sexo (inconscientemente) para asegurarme conseguir amor.
Se puede decir de muchas formas, pero todas vienen a demostrar lo mismo:
La utilización del sexo en nombre del amor es más vieja que la erupción de los volcanes.
Deseo y amor son cosas diferentes, y todos sabemos cuándo se juntan y cuándo no.
Sin embargo, pareciera que por sí sólo el sexo no fuera suficientemente “bueno” para mí, y entonces es cuando tengo sexo esperando que luego llegue el amor. Así mato dos pájaros de un tiro, en mi incapcidad de separar ambas cosas o mi deseo consciente de no hacerlo.
Y lo que es peor, cierro los ojos a mi propia incoherencia con la esperanza oculta de que a mi pareja le suceda lo mismo.
¿Que pasaría si Agatha experimentara el sexo sin “enamorarse” al instante o contarse que se ha enamorado?
¿Qué pasaría si compartiera con Javier sus intenciones?
Son muchas las posibilidades…
- Agatha puede tener sexo sin creerse que es amor.
- Puede decidir no tener sexo hasta no sentirse enamorada.
- Puede seguir teniendo sexo con la esperanza de enamorarse a continuación y de que su pareja se enamore de ella.
- Puede hacer lo que le dé la gana…
Lo único recomendable es que no se engañe a sí misma.
Si quiere tener sexo a sabiendas de que va a lllamarle amor desde el minuto cero por su necesidad de tener una relación, que luego no se queje si su pareja no le corresponde, porque pretender que le suceda lo mismo que a ella, ya es mucho pedir.
Además, si fuera así, sólo serían dos personas utilizando a la vez el sexo en nombre del amor, no dos personas realmente enamoradas. 🙂
Ahora sí, dime…
¿Cómo combinas tú sexo y amor?, ¿lo tienes claro?