Venga… ¡No me digas que no!!. A todos nos ha sucedido alguna vez.
Cuando tu pareja piensa muy diferente en algo que es importante para ti, o cuando hace algo que te molesta soberanamente y ya estás harto/a, ¡no me digas que no te han dado ganas de intentar cambiarle o cambiarla!
Hoy te voy a hablar de lo que hay detrás de este IMPULSO IRRESISTIBLE de que nuestra pareja sea más como queremos porque se trata de un impulso más habitual de lo que nos gusta reconocer.Te puedo poner muchos ejemplos, pero hay un caso que conocí hace años y no se me ha olvidado porque era tan exagerado que me impresionó.
Por supuesto no siempre las cosas son así, pero ahora me viene muy bien de ejemplo para demostrarte que tus deseos de cambiar a tu pareja vienen de tus MIEDOS y sacan a flote tu INTOLERANCIA.
Verás porqué lo digo…
Sahara era una persona encantadora, amable y bastante entrenada en asuntos de desarrollo personal. Sin embargo, cuando la conocí, estaba empeñada en que Ismael, su pareja, “se convirtiera” como ella y se volviera más espiritual. Así lo decía ella.
Por su parte Ismael era bastante tímido, le gustaba poco relacionarse con la gente y no quería asistir a las reuniones a las que ella quería llevarle como fuera. Decía que él no tenía nada que ver con “sus amigos”.
Conociendo más a Ismael, descubrí que en realidad se dejaba llevar, pero por más que Sahara quisiera convencerle de lo bueno que era hacer yoga, meditar y participar en eventos espirituales, lo cierto es que él seguía en sus trece.
Así que Sahara no paraba de quejarse.
Si prefieres escucharme puedes hacerlo desde el reproductor que está justo debajo o suscribiéndote de forma gratuita a “Cómo resolver tus problemas de pareja” a través de iTunes.
Entonces se me ocurrió la gran pregunta, y le dije a Sahara:
¿Qué problema hay en que cada uno tenga sus gustos y sus propias amistades?.
Sinceramente te confieso que sin querer, en ese momento sentí que acababa de abrir la caja de los truenos.
Porque la mujer tranquila y segura de sí misma que estaba acostumbrada a tratar, se transformó en una especie de torbellino, llena de rabia, enfurecida y desencajada como si le hubiera propuesto un sacrilegio o tuviera delante al demonio. Algo preocupante porque la que estaba delante era yo, pero en fin… esta no es la cuestión.
Realmente para ella mi propuesta era muy grave.
Que Ismael tuviera su propio círculo de amistades a Sahara le horrorizaba tanto que su reacción era consecuencia directa de su miedo.
Pero volvamos a la necesidad de Sahara de cambiar a Ismael.
¿Cuánta arrogancia hay en ti o en mi cuando nos creemos con derecho a hacer lo imposible para que nuestra pareja sea, haga o piense como deseamos?
Yo en particular cuando siento este impulso de cambiar a mi pareja, me doy cuenta de lo controladora que me vuelvo, lo reconozco.
Vamos a lo importante.
Detrás de esta necesidad imperiosa suele haber una gran frustración. “No consigo que las cosas sean como yo quiero y esto me llena de intranquilidad”.
¿Y qué puedo hacer?
Pues visto este impulso controlador, toca preguntarte qué motivo tienes para desear tanto que tu pareja sea como tú quieres y no te valga como es.
Porque el motivo tiene que ver conmigo, ya lo sabes.
Volviendo con Sahara…
¿Por qué necesitaba tanto cambiar a Ismael?, ¿de dónde venía su miedo a que él tuviera sus propias amistades y no compartiera sus gustos?
Pronto vi que Sahara temía en lo más hondo de su corazón perder a Ismael, y “convertirle” a sus ideas, era la manera que ella había encontrado para asegurarse que esto no sucediera.
Ella notaba que Ismael se alejaba y tenerle cerca le daba tranquilidad, además así también evitaba que se enamorase de otra persona, como me confesó.
Pues ya lo sabes.
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Cuando desees con todas tus fuerzas que tu pareja sea como tú en algo, nota tu rabia y tu frustración.
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Investiga y descubre para qué necesitas que cambie, qué quieres conseguir con ello.
Intentar retener a Ismael así, no era la solución. De hecho, cuando abordamos los temores de Sahara, la relación cambio mucho entre ellos.
Sahara dejó de forzar a Ismael y desde la libertad, cada uno se sinceró con el otro y tomó sus propias decisiones.
Sería muy largo contarte ahora qué sucedió entre ellos porque hubo muchos episodios en su relación.
Por hoy quédate con lo importante, que es analizar los motivos que a veces te llevan a querer cambiar a tu pareja:
- Tu miedo a que se aleje.
- Tu frustración porque no es como quisieras.
- Tu decepción porque no hace lo que esperas.
- …
Te aseguro que merece la pena hacerlo porque la tranquilidad que vas a encontrar cuando reconozcas que estás siendo controlador o controladora es estupenda, lo sé muy bien. Y desde este saber de ti, es como puedes hacer algo mejor.
Además, te aseguro que por mucho que quieras cambiar a nadie, los resultados nunca van a ser tan buenos como te gustaría. Por suerte tu pareja, tú y yo somos más difíciles de cambiar de lo que parece.
En donde debes invertir tiempo y esfuerzo es en averiguar tus miedos o lo que te lleva a que no te valga tu pareja como es.