¡Ahí es nada!
qué hacer con tu vida
Si te fijas, desde que nacemos no tenemos nada que hacer para que nuestra vida se ponga en marcha.
Javier empezó estudiando como la mayoría. Pasó del colegio de monjas a un instituto, un cambio significativo, que el mismo define como el cambio más radical de su vida.
Siguió estudiando…
Y aunque el quería ser periodista deportivo, su padre le convenció para que estudiara ingeniería, porque tenía muchas salidas.
¿Te suena?
Estudiamos, la mayoría de las veces influidos por nuestros padres y por el entorno. Y entre unos y otros, al final consiguen que se grave en nuestra mente una idea:
“Hay que estudiar algo que me permita ganar dinero de mayor”.
Vino la Universidad, el Erasmus, y el proyecto de fin de carrera. Todo experiencias que sin duda forjaron en él una manera de pensar y una ACTITUD ante la vida, aunque quizás el no se diera mucha cuenta.
Unas veces hacemos lo que nos dicen nuestros padres, otras lo que se espera de nosotros, algunas veces nos plantamos y decidimos nosotros, otras veces hacemos lo que no nos queda más remedio,…
Y así nos sucede, que vamos tomando DECISIONES en la vida, unas más conscientes que otras, pero al fin y al cabo decisiones. Caminos que elegimos, a la vez que descartamos otros.
Y pasa el tiempo, y algunos buscamos pareja para tener una familia, y otros no, y buscamos amigos para salir, y en definitiva, vamos conociendo personas que entran y salen de nuestras vidas porque de lo que no hay duda es de que todos necesitamos relacionarnos.
Y como el que no quiere la cosa, tú vas construyendo tu vida, Javier la suya, yo la mía, y cada uno la suya.
Con circunstancias, experiencias, imprevistos,…
Pero volvamos con él. Entró en el mundo laboral con la suerte de ser contratado por una multinacional.
Buen sueldo, coche de empresa… Pero no se sentía escuchado, era como un número.
El mensaje de la empresa no iba con él: “haz tu trabajo y no des problemas”.
Así que decidió una vez más.
Quería hacer algo mejor para el mundo.
Vaya, entre unas cosas y otras, Javier había construido una MISIÓN personal, un PROPÓSITO de vida. Un ideal, creo que era la primera aproximación de lo que quería que fuera su vida de ahí en adelante.
Lo intenta, y logra trabajar en le mundo de la energía solar. Algo mucho más conectado con sus VALORES.
Pero llega el despido.
¿Toda la vida he hecho lo que se supone que tenía que hacer, y de repente me mandan a la calle?
Este punto de inflexión es el momento en el que Javier se cuestiona muchas cosas, y se pregunta:
¿Qué hago?, ¿apuesto por algo mío o busco otro trabajo?
Utiliza un RECURSO: su incursión en el mundo de los blogs.
Conoce a gente que habla de marca personal, y negocios on-line. Gente que utiliza el verbo “ELEGIR” y hablan de “SER MÁS LIBRE”.
Pero sobre todo lo que más resuena dentro de él es la palabra “AYUDAR”.
Esto le hace vibrar, es el momento en el que encuentra su MOTIVACIÓN. Lo que va a ser el guión de su vida personal y profesional.
Por eso piensa en un proyecto para ayudar a los demás. Este es su objetivo, su SUEÑO.
Y construye un negocio on-line, un proyecto que termina siendo su medio de vida.
Nos cuenta los beneficios de ir por libre, pero también nos dice que hay momentos en los que mandaría todo al carajo.
Entonces es cuando recuerda su objetivo, su VISIÓN de la vida, los motivos por los que empezó todo esto: “SER MÁS LIBRE + AYUDAR”.
El mismo lo dice:
“Todo empezó con estas dos palabras: Libre + elegir”.
Antes o después de algún modo a todos nos toca preguntarnos qué hacemos aquí, quiénes somos y qué estamos haciendo con nuestra vida.
Te puede suceder a los 20, a los 30 o a los 50 y más. En cualquier caso, este es el momento para hacer como Javier y:
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Reflexionar sobre lo que quieres, aunque ya tengas una vida construida (todos la tenemos).
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Seguir tu instinto y tus valores.
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Enfocar tu vida en eso que te mueve por dentro.
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Decidir a qué quieres dedicarte para ganarte la vida.
Espero que la historia de Javier te haya servido de inspiración. A mí mucho.