Porque tienes carencias que desconoces y reclamas con exigencia para que tu pareja las cubra. Es la pescadilla que se muerde la cola: carencias, exigencias, prisas y control.
Un coctel que solo conduce a más de lo mismo y que antes o después te pasa factura en forma de malestar emocional difícil de resolver si no cambias tu punto de vista y te centras en lo tuyo más que en lo que tu pareja debe aportarte.
Por si no te habías dado cuenta estamos hablando de las relaciones de pareja entendidas como “Medias Naranjas” que se complementan, cuando en realidad rellenan lo que nos falta.
Por alguna ley social que desconozco creemos que esto deber ser así y es lo mejor, pero la cantidad de personas que sufren por no encontrar pareja demuestra que algo no estamos entendiendo bien.
Cuando estar sin pareja se convierte en un problema en realidad el problema es otro.
¿Cuál puede ser el problema de fondo?
En este post vamos a buscar el FONDO DE LAS COSAS.
«Sin pareja nunca podré ser feliz».
Si tienes esta idea en la cabeza, en el fondo es que para ti el sentido de la vida es compartirla con alguien.
Detrás de estas afirmaciones se encuentra la necesidad de estar con alguien para ser feliz y además ser aún joven para encontrar a alguien. Y esto te puede parecer lo más normal del mundo, pero en realidad…
Estas necesidades dan la pauta de tus dependencias.
En general a la hora de hablar de tus necesidades, seamos realistas: ¿crees verdaderamente que necesitas hacer algo de lo que dices para estar bien contigo mismo/a?
Si te fijas se trata de exigencias muy estrictas que más que necesitarlas, esconden profundas ganas de llamar la atención. Tradúcelo en este caso a: “Ser importante en la vida de alguien”.
Aquí está la clave de las dependencias: cosas que digo que necesito, cuando en realidad, podría prescindir de ellas, pero no quiero prescindir de ellas porque renunciar a ellas, me hace sentir que soy alguien que no ha conseguido lo que quería en la vida, lo que “debe ser”. Tradúcelo en este contexto a: “Me hace sentir que mi vida no es significativa y no es importante, ni los demás pueden ver que tengo lo que hace falta para ser feliz”.
Volviendo al principio:
* ¿Realmente consideras que para ser feliz y estar satisfecho necesitas estar en compañía de una pareja?
* ¿Y que según pasa el tiempo y cuando se llega a una determinada edad, ya no hay nada que hacer?.
No cierres los ojos por favor y ten el coraje de observar estas dos CONDICIONES tan exageradas. Porque precisamente este tipo de condiciones nos hacen dependientes de las cosas o las personas.
Así funcionamos, sacando de quicio las cosas, radicalizando, generalizando, haciendo un drama de asuntos que son lo que son, y de esta manera, nunca llegamos al verdadero fondo de las cosas.
Cuando alguien dice que no encuentra pareja y por eso no es feliz del todo… ¿Qué está queriendo decir realmente?
Tiene que haber un trasfondo. Si no, todas las personas que no tienen pareja estarían inevitablemente condenados a ser infelices. Y tú y yo sabemos de sobra que eso no es verdad.
Hay personas sin pareja que son r felices y otras que no lo son. Hayan elegido libremente estar sin pareja o porque las circunstancias les hayan llevado a eso y hayan aceptado su realidad.
Tras tus CONDICIONES para sentirte bien, lo que se esconden son tus problemas y carencias personales no resueltos.
Tras las cosas que dices que necesitas para estar bien, y si no, no lo estás, se esconden tus carencias y tus límites.
La cuestión es que mientras no te des cuenta de que escondes algo, creerás que lograr tu bienestar es cuestión únicamente de obtener aquello que dices que necesitas.
Y esto no es así. Es solo una cortina de humo para no ver lo que hay en el fondo.
Vamos a ver qué se esconde tras tu malestar emocional por estar sin pareja:
• Si piensas que mientras que esto no suceda algo estás haciendo mal que debes corregir o algo está fallando en ti, que tienes que resolver pronto porque el tiempo pasa…
Creo que estás mirando para el lugar equivocado.
¿Cuál puede ser el problema de fondo?
O sea que, en el fondo, es muy posible que no quieras una pareja ideal si no cargarte tus parejas en pro de un amor ideal que no se haya en ninguna parte.
Dependes de la perfección para no comprometerte verdaderamente con alguien.
Necesitas que el otro sea perfecto, ser tú perfecto, ser perfectas las circunstancias, todo perfecto…
Fíjate que tras la necesidad de la pareja ideal puede haber una tendencia a no querer mezclarte con según qué personas y una negativa inconsciente a compartir. A no querer conocer realmente a tus parejas y descubrir que no son perfectas porque eso quizás te conduciría a ver que también tú tampoco lo eres y que hay cosas en ti de las que huyes.
¿Te permites ser tu aburrido/a?, ¿crees que en el fondo lo eres?
* Si no puedes estar con una persona que no sea clara,
¿Crees que tú eres todo lo claro/a que predicas?
* Si crees que la intolerancia es un rasgo determinante para no querer conocer a alguien,
¿Cuánto de intolerante te ves tú?
* Si necesitas una persona con iniciativa,
¿Por qué crees que tú no eres más decidid/a?
Te justificas en el amor perfecto porque no quieres cuestionarte, no quieres renunciar a tus comodidades de soledad y tienes un miedo atroz a comprometerte con otra persona, a avanzar en lo vuestro por miedo a luego decepcionarte. Buscas un amor perfecto con plenas garantías de éxito.
Y mientras te das cuenta de esto puede que te escondas en la idea de que tú te entregas tanto que tienes que ser selectivo/a para que no te hagan daño o para no llevarte más decepciones.
Y detrás de esta exigencia se esconde tu necesidad de CONTROLAR LA RELACIÓN.
Pero todas estas cuestiones y tus intenciones de fondo no salen a la luz sino es después de un análisis.
Nos manipulamos a nosotros mismo porque nos ocultamos nuestras carencias y manipulamos a los demás porque no somos sinceros con lo que de verdad le pedimos a la relación y en consecuania a la otra persona. Entendiendo por manipulación el hecho de que decimos que nos sentimos mal por una razón cuando hay otra de fondo.