- ¿Sustituyes con chocolate la falta de complicidad con tu pareja?
- ¿Tienes la líbido por las nubes justo ahora que no tienes pareja?
- ¿Crees que tu falta de deseo sexual es porque no te sientes comprendido/a?
- ¿La satisfacción de una exitosa tarde de compras con tu mejor amiga o un partido de fútbol entre amigos es comparable a un orgasmo?
Te hago estas preguntas porque quiero que descubramos juntos los tres deseos genuinos que rigen nuestras vidas y se esconden tras nuestra existencia cotidiana.
Aquí los tienes: El deseo de amor, el deseo de sentido y el deseo de placer.
Si hubiera sacado la lámpara de Aladín para que pensaras en tres deseos, seguramente no se te hubieran ocurrido estos, pero a lo mejor sí me hubieras dicho que quieres una relación de pareja estable, que necesitas sentirte motivado para ir todos los días al trabajo, o me hubieras reconocido que tu fin último la mayoría de las veces es el placer sin más.
¿Lo ves?, estamos hablando de lo mismo, de los tres deseos fundamentales del ser humano.
EL DESEO DE AMOR
Por su naturaleza el ser humano siente el deseo del amor.
En cuanto nos dejan, amamos.
¿Cómo lo sé? Simplemente porque desde pequeños sentimos dolor y lloramos, y a eso siempre le precede alguna forma de amor.
¿Qué es lo primero que recuerdas haber amado?
Lo primero que yo amé, o así lo recuerdo, fue un pájaro que me regalaron, y lloré cuando murió. A partir de ahí vinieron mucho amor y desamor, ausencias y pasiones… Conocí muchas de las infinitas maneras de amar y dar salida a esta necesidad de amar, para mí más importante que la de sentirme amada.
EL DESEO DE SENTIDO
Me refiero al sentido que todos necesitamos darle a nuestras vidas.
Aunque nunca te lo hayas planteado, seguro que intentas por todos los medios que tu vida tenga un contenido: algo que hacer, algún sueño que perseguir…
Seguro que rondan por tu cabeza ilusiones, anhelos y esperanzas.
Para algo haces lo que haces. Por algo luchas más allá de lo prosaico o lo imprescindible.
Aunque sólo sea, seguro que algo haces para no aburrirte. 😊
Pero hablar de amor o hablar de encontrarle un sentido a la vida, también es hablar de decepciones.
¿Verdad o mentira?
No siempre es así, pero que levante la mano el que alguna vez no haya pensado que tenía delante a la persona de su vida y le han rechazado por pitos o por flautas.
O que levante la mano el que nunca haya pensado que su vida no tenía sentido. O si lo prefieres, que levante la mano el que nunca se haya preguntado: ¿qué puñetas estoy haciendo con mi vida?.
Es tan importante tener amor como tener una vida con algún sentido.
Y esto que parece una perogrullada, no siempre lo tenemos presente.
Y sobre todo, no lo relacionamos con nuestro deseo de placer.
- ¿Te has sentido rechazado/a y crees que has fracasado en tu deseo de amor?
- ¿No terminas de encontrar un verdadero sentido a tu vida?
Alucinante lo que dice V. Frankl:
Cuanto menos cree una persona en la posibilidad de ver realizado su deseo de amor, más necesitará la mayor satisfacción posible de sus pulsiones.
Yo tuve que leerlo varias veces para quedarme bien con la idea, así que no te cortes y vuelve atrás hasta que sientas todo su significado.
EL DESEO DE PLACER
Si una persona renuncia a su deseo de amor y lo reprime por miedo a ser rechazado, entonces cae en un placer puramente instintivo. Cómo él dice, simplemente satisface sus pulsiones.
Reprime el amor y como compensación no reprime los impulsos, al contrario.
Convierte sus relaciones en una simple satisfacción de impulsos, renunciando a la felicidad del amor.
Y no hablo sólo de los impulsos sexuales, aquí entra todo aquello que realizamos de forma compulsiva en busca de un placer inmediato, un sucedáneo como el cola-cao light. Busco pareja (compulsivamente), comida, bebida, juego, ocio pasivo…
¿Y qué pasa si una persona no ve realizado su deseo de sentido en la vida?
Pues que intenta llenar su vacío y se “emborracha” con la satisfacción de sus pulsiones.
Citando de nuevo a V. F.:
La líbido sexual crece exuberantemente en los casos de vacío existencialista.
Bueno, crece la líbido, y también crecen las obsesiones, y de estas a las paranoias y el aislamiento social no te digo que sólo haya un paso, pero casi.
En resumidas cuentas,
Depender del deseo de placer porque hemos fracasado en el deseo de amor o en el deseo de sentido no es lo más inteligente que podemos hacer.
Hay otras alternativas. Entre ellas poner en marcha tu imaginación, despertar tu curiosidad, mejorar tu escucha, avivar tu deseo de compartir, amar la naturaleza, educarte en la observación y el silencio…
Existen muchas “actividades” para despertar nuestros sentidos y engrandecer el espíritu.
Son muchas las cosas que puedes hacer para tomar conciencia de que:
- Tu existencia tiene un sentido más allá de la rutina diaria.
- Tu capacidad de amar te vincula con todo lo que te rodea, si así lo deseas.
- No hay vacío si amplías tu experiencia y acoges cada situación y cada momento con una ACTITUD AMOROSA y abierta.
Amar está en ti. Para sentir amor no necesitas la voluntad de lo amado.
Pero no olvides que cuando amas tozudamente sin ser correspondido, necesariamente en algún momento dejaste de amarte, y ahí tu amor perdió todo el sentido.
muy buenas reflexiones Mercedes. Leido así parece posible.
gracias.
Hola Emilia,
Claro que si, es posible decidir, siempre es posible.
Gracias por estar ahi Emilia, al otro lado y atenta.
Un abrazo!!
Tal como lo describes es exactamente lo que me esta ocurriendo desde hace meses sino años….100% exacto
Hola Miguel, pues si es como dices me alegro que te veas identificado y espero que sea útil. Un abrazo!