¿Hoy es de esos días que llevas la nube encima de tu cabeza?
Hablo de esa nube negra que algunos días te acompaña desde que te levantas.
No entiendes nada porque ayer estabas muy bien.
Estabas motivado/a con tu trabajo, tu cabeza había dejado de darle vueltas a la machacona idea de que sigues sin pareja.
O los problemas con tu pareja parecía que te estaban dando una tregua…
Vamos que nada hacía sospechar que tu nube negra iba a regresar y más así sin motivo.
Mira, puede ser que simplemente hayas dormido mal y ni siquiera te acuerdes, la cuestión es que sabes que el pesimismo, el desánimo y esa sensación tan desagradable de que nada de lo que tienes entre manos va a ir bien, ya están aquí y también sabes que para que se vayan va a pasar un buen rato.
Seguramente la nube negra te acompañe todo el día y eso no te mola nada de nada.
Tomarte un cafetito, darte una vuelta, echarte un baile o cualquier otra estrategia que utilices en estos casos puede que te anime, incluso puede que despiste a tu nube y confundida se vaya con el cuento a otra parte, pero lo más probable es que hasta que esto suceda, se te pase la mañana, la tarde o el día entero.
Así que mi consejo es dejes de moverte de un lado para otro porque ya sabes que la nube va a ir contigo. Te perseguirá a todas partes como si fuera tu sombra.
Yo que tú, vamos lo que yo hago en estos casos es lo contrario a lo que se espera, y seguro que lo contrario de lo que espera tu nube.
¿De qué se trata?
Sencillamente me siento. Me paro, sabiendo que mi nube también lo va a hacer y cuando lo haga por fin puedo escuchar mejor a mi cabeza, aunque no sea nada agradable lo que haya en ella.
Y después… (te lo cuento en el video y en el audio)