A veces ni contigo ni sin ti, pero…
Cuando veo que te vas es cuando me acuerdo de lo que tenía, o me doy cuenta de lo que quiero.
Lo mismo te ha sucedido, y si no, seguro que conoces a alguien que le ha pasado.
A Javier le sucedió.
Paula y él comenzaron a salir hace un par de meses. Se gustan, quedan, pero cada uno quiere sentirse libre de comenzar otra relación si aparece alguien que les resulte más interesante.
¿Por qué lo sé?
Porque ambos siguen dados de alta en la página web donde se conocieron y están muy pendientes de posibles candidatos en las redes sociales.
Los dos dicen que no son celosos y que es mejor así.
Javier: “Paula me gusta, pero tampoco es como para lanzar cohetes”.
Paula: “Javier es un tío muy majo, pero no es el amor de vida”.
Así están las cosas, y así continúan saliendo de vez en cuando. Ni muy convencidos para sentir que lo suyo va en serio, ni para dejarlo.
Y claro…
Sucede lo que tenía que suceder.
Javier ha conocido a otra chica. Dice que le gusta mucho y que no quiere perder esta oportunidad.
Cuando se lo cuenta a Paula, ella reacciona muy bien. Le dice que adelante, que ya lo habían hablado.
Pero a los pocos días Paula empieza a sentirse celosa.
¿Crees que sus celos significan que le importa Javier más de lo que pensaba?
Puede ser. Pero también puede que simplemente se haya despertado en ella el instinto de posesión… “era mío”. Que su ego no lo resista y de ahí los celos.
Puede que Paula ahora, al ver que Javier se va, valore más lo que tenía con él. Pero también esto puede ser un espejismo momentáneo activado por el temor a quedarse sin “el chico con el que salir”.
¿Crees que Javier debe intentar una relación con la chica que ha conocido?
¿Qué les aconsejarías tú?, ¿seguir viéndose?, ¿dejarlo?
Cuando no estamos muy convencidos de estar con la persona adecuada, es buen momento para preguntarnos:
- ¿Qué me aporta esta relación?, ¿me da energía o me la quita?
- ¿Me hace sentir bien o me hace sentir frustrado?
- ¿Me conformo con esta persona o la elijo?
Por eso yo de momento aconsejo a Javier y a Paula un par de cosas:
- Que cuiden mucho sus sentimientos y decidan sin la idea de que quedarse “solos” es lo peor.
- Que observen qué van sintiendo, sin engañarse y sin engañar al otro. Con honestidad y sin prisas.
Y tú, ¿qué les aconsejas?