Párate a pensar un momento.
Si cuando te sucede algo que no te gusta o te desconcierta o te duele o te molesta, vas tú y haces lo que haces porque te has sentido como te has sentido….
Mal vamos.
Es nuestra reacción inmediata,
2.- Cuando mi hijo pasa de mí, me duele en el alma, me deprimo y no le digo nada. Al contrario, intento contentarle más.
3.- Cada vez que mi pareja me chilla, me siento impotente, lloro y le dejo de hablar hasta que se me pasa.
Reaccionamos impulsivamente desde nuestro ego para protegernos.
Nos damos por aludidos porque esperábamos más de la otra persona, y en nuestra decepción lo que nos sale es sentirnos rechazados, ignorados, no queridos…
Todo se traduce en sufrimiento, impotencia, sentimiento de que no valemos nada y vacío emocional.
Y desde estos lugares, ¿cuál es nuestra reacción?
Nuestro dolor termina en queja, enfado, ganas de salir corriendo, pelea, atracones de comida, beber para que anestesiar el dolor…
Se ha cometido una injusticia, ¿así qué quieres que haga?
Después de sentirte todo lo mal que quieras, al final siempre termias haciendo algo.
Terminas Reaccionando.
Lo que te digo es que tu REACCIÓN puede ser totalmente impulsiva y sin razonamiento alguno, o puede ser más reflexiva.
- La primera es más inmediata, es la que te sale, de acuerdo. Pero sirve para poco más, que para seguir sufriendo.
- La segunda en cambio, te abre un abanico de posibilidades.
Pero te lo repito:
Lo primero es lo primero. SIENTE toda tu emoción. Tu rabia, tu miedo, tu sensación de no ser querido, tu impotencia. Siéntela en el corazón, aunque te duela. Auméntala, no huyas, quédate ahí un rato con ella, hasta que baje. Llegará un momento que ya no sea tan intensa, incluso te parezca soportable.
¡Ya lo tienes!
Ahora es el momento.
Ya estás listo para reflexionar y elegir.
¿Y para qué necesitas reflexionar?
- Pues muy sencillo, para encontrar la manera de sentirte mejor y resolver la situación que tienes delante de la forma más inteligente emocionalmente y menos destructiva.
- Para que te duelan menos las cosas y para que dejen de repetirse porque tú aprendas a hacer algo mejor de lo que haces cuando no piensas. ¿Te parece poco?
Tu eliges.
Eliges y puedes elegir porque siempre hay más de una alternativa.
1.- Si tu jefe te chilló, mira a ver qué te duele de sus palabras o de sus maneras. Piensa qué límites te va a tocar ponerle. Y desde luego piensa qué necesitas decirle, y qué podrías plantearle para que la situación no se repita, o al menos no se repita igual.
2.- Deja de dolerte con tu hijo y observa si es un hábito que pase de ti. ¿Qué puede estar reclamándote?: que no le repitas siempre lo mismo, que le pongas los límites que el mismo no sabe ponerse, que dejes los reproches y le digas las cosas sin resentimiento…
Investiga por dios, investiga y acuérdate que siempre hay una manera de llegar a tu hijo, y quizás ahora mismo sea dejar distancia.
3.- Cuando las discusiones con tu pareja terminan en gritos, algo no estáis sabiendo ver. Tu llanto delata esta impotencia. Quizás el momento de la discusión no sea el mejor para resolver las cosas, así que retírate. Y luego proponle hablar de lo que sucedió. Si esta vía la sientes agotada, pide ayuda profesional. La cuestión es no dar por buena esta manera de comunicaros y ponerle solución.
Ya lo ves…
Alternativas hay tantas como colores.
Tienes muchos colores y todos sus matices para elegir.
Lo que sucede es que sólo vemos una o dos, y siempre las primeras ocurrencias son las más instintivas.
Así que toca reflexionar para encontrar una alternativa inteligente, orientada a aprender a poner por encima de todo tu bienestar.
Es tu responsabilidad buscar alternativas mejores. Porque no buscarlas, también es elegir.
No te equivoques, si no haces nada estás eligiendo no hacer nada y quedarte como estás.
Y claro que no eres culpable de la situación, pero sí eres responsable de no salir de ella.
No es fácil, pero las dosis que se necesitan de conciencia, humildad, y otras muchas cosas para adquirir esté hábito de reflexionar, sólo se consiguen practicando.
Así que ya no tienes excusas,