Para el género femenino creo que hay pocas sensaciones más frustrantes que la de ver que tu reloj biológico de repente se hace presente y te toca plantearte cosas que hasta ahora podías dejar pasar, en concreto la maternidad al estilo de siempre. Si este es tu caso necesitas ampliar tu punto de vista y verte desde fuera. ¿Quieres saber cómo se hace esto?
Muchas mujeres lo viven y lo vivirán como un punto de inflexión. Y eso está bien porque supone una estupenda oportunidad para plantearnos qué estamos haciendo con nuestra vida y hacia dónde queremos ir.
Así que una vez más resuena en mi cabeza la importancia de construir nuestro propósito de vida, bien por decisión propia o bien porque las circunstancias nos empujan un poquito, como es el caso.
Yo lo veo así…
Por un lado, está la realidad que, como siempre es muy tozuda. Ya sabes, la realidad se impone te pongas como te pongas.
Tu reloj biológico no perdona y está ahí recordándote que como no te des prisa lo de quedarte embarazada no va a poder ser.
Por otro lado, está el hecho de que a lo mejor te pilla esta edad de que se te pasa el arroz aun si pareja. Y una vocecilla insoportable en tu cabeza te dice: “ya deberías de tener pareja”, “ya deberías haber encontrado a alguien”, “¿no será que eres demasiado exigente?, o peor aún: ¿no será que no gustas a nadie?”, ¿por qué tus amigas sí y tú no?
A partir de aquí, ¿qué?
También puede venir el abandono y la resignación y comenzar a valerte con cualquiera, aunque no te convenza o conformarte con amantes con los que construyes la fantasía de que solo buscas sexo, cuando en realidad deseas una pareja.
Parece que estás en un callejón sin salida, y cuando las cosas se ponen así el truco está en elevarse. Súbete a un taburete o si lo necesitas súbete a la noria más alta que conozcas y mira tu vida desde arriba, o mejor dicho desde fuera.
Amplía tu espectro:
Piensa en la necesidad de ser madre y cómo la vives tú, no los demás.
Piensa en tu necesidad de tener pareja por el hecho de compartir tu vida y sin confundirlo con la maternidad. Observa tu deseo con detenimiento sin la influencia social y familiar. Ahí es nada.
Tu vida es algo más que ser madre y tú eres algo más que un cuerpo. Así que analiza muy bien hasta dónde es importante para ti la maternidad y por qué.
A veces al pensar en ello descubrimos cosas como:
– Quiero ser madre porque me gustan los niños.
– Quiero saber lo que se siente.
– Quiero tener una familia y para eso tengo que ser madre.
– Si no tengo una familia me quedaré sola en la vida.
Estas “cosas” son tus creencias en relación a tu condición de mujer.
Ya estás viendo por dónde voy, ¿verdad?
Soy madre, y serlo ha sido algo maravilloso. En su momento ni me plantee no serlo, pero si volviera a nacer me pensaría mucho mejor el momento de serlo porque acarrea una responsabilidad para toda la vida.
Las parejas vienen y van, los hijos son para siempre.
Medita un minuto en esto y saca tus propias conclusiones.
Me he preguntado más de una vez si podría no haber sido madre y he pensado cómo hubiera sido mi vida.
Si no hubiera sido madre hubiera dirigido mi vida hacia otros lugares, estoy segura. ¿Cuáles? No los sé, los puedo intuir, pero no los sé.
Entonces nunca había oído hablar del propósito de vida, pero sin saberlo yo estaba construyendo el mío al ser madre.
Se me cerraban unas puertas y se me abrían otras.
Muchas veces he pensado que he disfrutado tanto como madre porque lo deseaba con los 5 sentidos, pero también he pensado que si no lo hubiera deseado tanto se me hubiera hecho muy cuesta arriba porque ser madre implica una total dedicación.
También creo que si no hubiera podido ser madre me hubiera sentido frustrada, pero conociéndome supongo que por poco tiempo porque creo que hubiera buscado otras cosas apasionantes que hacer en la vida.
Y aquí creo que está la clave:
* Y otra clave puede estar en separar el tener pareja de ser madre.
La decisión de ser madre debe ser tuya si no tienes pareja y dejar de condicionar ser madre a encontrar a la persona adecuada o peor aún, resignarte con quien te pilla a mano.
Si tienes pareja también la decisión debe ser tuya, o dicho mejor, debes estar completamente convencida de ese es tu deseo y no ser madre para que tu pareja no te deje o para que se quede elija.
En definitiva…