La mediación familiar tiene el propósito de mejorar el clima en la familia y avanzar en los desencuentros, creando un ambiente de confianza.
UNA SESIÓN de mediación familiar viene a durar 3 horas, y consta de 3 tiempos:
- Toda la familia con la mediadora para exponer los problemas y aunar puntos de vista.
- Media hora con cada persona.
- Nuevamente todos juntos para alcanzar acuerdos y decidir el siguiente encuentro.
Dinámica:
MI LABOR como mediadora es la de ser imparcial y asegurarme que todos los miembros de la familia se sienten respetados y escuchados.
MI OBJETIVO es alcanzar unos acuerdos consensuados entre todos para mejorar cuanto antes el clima familiar y así continuar avanzando, ya sea en más sesiones conjuntas o en sesiones individuales.
LA MANERA DE CONTINUAR el proceso es algo que decidiremos entre todos.
¿Por qué a veces hace falta la figura de un mediador?
Porque la familia es un ecosistema muy delicado y:
- Lo que le sucede a cualquiera de sus miembros, repercute en los demás.
- Cuando las situaciones no se resuelven, con el tiempo los roles de cada uno se van adaptando a las circunstancias por insostenibles que parezcan.
- Es puro instinto de supervivencia, pero esto no significa que sea bueno para ninguno.
- A menudo los problemas se enquistan y surgen otros nuevos.
- El clima familiar se enrarece y la falta de respeto y el resentimiento hacen mella.
¿En qué casos se aconseja una mediación familiar?
- Cuando la relación padres e hijos se resiente, incluso se vuelve insostenible.
- Si los hijos presentan cualquier problema en el centro educativo (acoso escolar, mala conducta, agresividad, malas notas, desobediencia…)
- En los procesos de divorcio con hijos.
- En casos de padres separados donde la mala relación tiene consecuencias emocionales para todos.
- Si estáis planeando ser padres y esto provoca inestabilidad en la pareja.
- Divorcio de mutuo acuerdo con hijos adolescentes que no lo encajan bien.
- En una familia unida en la que alguna circunstancia ha desestabilizado la convivencia.
- Si existen conflictos entre hermanos, ya sean menores o adultos.
- Si hay malas relaciones con el padre o la madre y alguno de sus hijos y se presentan consecuencias como la anorexia, el irse casa, etc..
CASO práctico:
Te dejo este ejemplo para que comprendas mejor en qué situaciones se aconseja una mediación familiar…
- Carmen está muy preocupada porque su hijo de 20 años no le cuenta nada. Ya no sabe qué hacer para hablar con él y se siente muy impotente.
- Pedro tiene episodios de ansiedad. Además de las horas extras, ahora teme que el echen del trabajo.
- Miguel ha dejado de ir a la universidad y sale con amigos que fuman droga. Dice que ya no aguanta más la presión de casa.
- Carla tiene 15 años y atraca la nevera muy a menudo. Su padre se pone muy violento con ella.
¿Cuál de ellos crees que necesita ayuda psicológica?
Se trata de una familia: Carmen y Pedro son los PADRES, y Miguel y Carla sus HIJOS.
- Puede que los padres lleven a terapia a uno de sus hijos, o sea alguno de ellos los que la solicite individualmente.
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Pero de poco sirve ayudar a un miembro de la familia cuando no existe diálogo entre ellos y el clima familiar está muy deteriorado.
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En este caso, lo más aconsejable es que la consulta inicial deribe en una terapia familiar.