Todos queremos ser felices.
Pero aferrarnos a esta idea es como empezar a construir la casa por el tejado.
Frustración garantizada y previsión de parálisis.
Seguro que quieres ser feliz, yo también, pero con desearlo no es suficiente.
Por eso vete pasando del “quiero ser feliz” a “hoy voy a ser feliz”.
Esta es mi propuesta.
Así que si quieres ser feliz prepárate para viajar del DESEO a la INTENCIÓN.
La felicidad es una mezcla de sensaciones que cambian a lo largo de nuestra vida según vamos valorando cosas diferentes y nuestras prioridades se transforman.
“Yo sería feliz si…”
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¿Qué te haría feliz hoy mismo?
No tener problemas económicos, encontrar a la pareja adecuada, llevarme bien con mis hijos, resolver los conflictos con mi madre, superar esta enfermedad, encontrar un trabajo…
Sin duda alguna todas estas cosas contribuirían a tu felicidad si ahora mismo te faltan, pero si te fijas son todo cosas externas que puedes lograr, que en el fondo NO SON SUFICIENTES.
¿No conoces a personas que lo tienen todo y ellas mismas dicen «no tengo de qué quejarme«, pero aun así no las ves felices?
No consiguen esta sensación de estar satisfechos con su vida y de tener ilusión con su día a día.
Esto es porque no han encontrado la forma de hacerse felices ellos mismos.
por eso hay que intentar pasar de la idea al propósito: HOY VOY A SER FELIZ.
Te voy a hablar de mi caso:
Yo sería feliz si me sintiera capaz de ir resolviendo los problemas que vayan apareciendo en mi vida, y confiara en que no voy a dejar que nada ni nadie me haga sentir menos de lo que yo sé que soy.
En pocas palabras sería feliz si me sintiera fuerte y sin dudar.
Pero pasemos del QUIERO al PUEDO…
Empiezo sólo por dos propósitos:
- Hoy voy a ser feliz porque me propongo reaccionar a esa sensación de que me importa más la opinión ajena que la mía.
- Hoy voy a ser feliz porque sé que puedo confiar en mis recursos para superar los momentos malos.
Con estos dos própositos puedo abordar la idea de hacerme feliz hoy.
Porque con el tiempo me he dado cuenta de que mi felicidad consiste en sentir que confío en mí y mis recursos.
Me pierdo y me encuentro. Sufro, lloro, pataleo, me desespero más que nadie, pero antes o después sé que vuelvo a mí y recupero mi norte.
Y lo consigo siempre que no juzgo como malo lo que no me agrada, ni veo como maravilloso e imprescindible lo que deseo.
Así mi dolor es el que es y no mayor, y al no aferrarme a estar mejor dejo que aparezca la confianza.
No se trata de repetirte quiero ser feliz…
Se trata de ver qué necesitas tú para sentirte feliz, qué puedes hacer por ti hoy para hacerte feliz.
Así que ahora te toca a ti pasar del “quiero ser feliz” a “hoy voy a ser feliz”.
Para ayduarte en tu propósito te dejo dos preguntas:
¿En qué confías de ti?, ¿Con qué sabes que cuentas?
Sé que son preguntas complicadas, pero no vale responder que nada de nada, porque eso significa que no lo has pensado bien.
Sé que hay en ti una CONFIANZA INNATA, aunque no la veas, así que busca mejor 😉.
Ser feliz lo queremos todos, pero no basta con resolver los problemas que tengas, no, hay una felicidad que sólo vas a conseguir si conectas con lo que realmente tú necesitas para sentirte satisfecho/a con tu vida y tranquilo/a.
RECUERDA: