“Hablemos de corazón a corazón y no de ego a ego”.
Este mensaje vale para todos: para parejas, para familias, para amigos, para compañeros de trabajo, para naciones… incluso para enemigos.
Y si no somos capaces de hablar, pidamos ayuda y que alguien medie entre nosotros.
¿Por qué no vale hablar de EGO a EGO?
Pero luego existe otra parte que resuena por ahí dentro, y te cuenta que eres algo más. A solas, cuando no tienes que aparentar nada porque nadie te ve, entonces no puedes evitar que asome una vocecilla algo incómoda.
Te cuenta que nada es para tanto. Ni el otro te ha ofendido tanto, ni tú tienes toda la razón, ni nadie es tan bueno ni tan malo. Los extremos que rigen nuestras vidas no parecen tan ciertos, ¿verdad?
Este es tu SER. Naces con él dentro y te acompaña toda la vida, pero para sobrevivir en este mundo le revistes de una coraza más dura, el EGO. Igual que pones zapatos en tus pies.
“Tengo que protegerme”, te cuentas. Todos hacen lo mismo, así que tú también empiezas a tener tu propia personalidad.
Por eso construye mecanismos de defensa para protegerte de los malos (el resto del mundo que no eres tú) y asegurarse la victoria. Pero esto ya te lo contaré en otra ocasión.
La mayoría de nosotros, un buen día nos atrevemos a quitarnos la careta y hablar con el ser humano que está enfrente, de conciencia a conciencia, de ser a ser, de alma a alma, de corazón a corazón. ¡Y entonces se descubren tantas cosas!!
Lo mejor es que lo pruebes.
¿Por qué debemos hablar de CORAZÓN a CORAZÓN?
Porque tu cabeza puede estar hecha un lío, pero tu corazón siempre sabe lo que le sucede.
O mejor dicho, tu corazón sabe cuándo te sucede algo.
Es tan listo que se entera de todo. SIENTE y percibe cualquier cambio de ánimo porque para eso está.
El lenguaje del corazón utiliza muchas formas, incluido tu cuerpo. Intenta por todos los medios que te enteres de lo que necesita. Y si ve que no le haces caso, exagera tus sensaciones para asegurarse de que antes o después le atiendes.
Si tu corazón siente que tus expectativas son muy altas, la emoción que te traerá será la ansiedad. Y si no le escuchas, agrandará tu ansiedad hasta faltarte el aire, para que te enteres de que debes revisar tus planes.
Nos enseñan a hacer caso a la cabeza. Ella parece más sensata, pero de nuestro corazoncito nadie se ocupa. Sólo nos enseñan a no descontrolarnos cuando nos emocionamos.
Pues visto lo visto, seguro que ya te haces una idea de lo diferente que es hablar con alguien de ego a ego, a hacerlo de corazón a corazón.
- Se trata de quitarte la careta y arriesgar. Es preocuparte de llegar a un acuerdo, y no de ganar. Es perder el miedo al ridículo y a parecer más débil. Es ser un valiente.
- Hablar de ego a ego, no es que sea más sencillo, pero si es menos arriesgado emocionalmente porque es defender tu idea por encima de todo, es quedar bien, es que no se te note lo que te afecta. Es una necedad.
El arte de saber comunicarte pasa por esta experiencia del corazón, no lo dudes.
Yo ya te lo he contado, ahora te toca a ti aplicarlo con tu pareja, o con quien lo necesites.