Te presento a Paula y Javier.
PAULA: “Que no se me note lo que me gusta porque entonces estoy perdida. Ahora va a hacer conmigo lo que quiera y ya sabes cómo son los hombres”.
JAVIER: “Si ella ve que me gusta y que voy detrás, entonces se acabó. Me va a hacer sufrir como un tonto porque las mujeres sois así, no me digas que no”.
Ojalá me hubiera inventado estas frases, lo malo son reales como la vida misma.
Paula y Javier tienen miedo de decir lo que sienten a su pareja.
¿Estás a la moda en esto del el amor?
¿Qué se lleva ahora mismo? Si te pregunto por ropa, por maneras de divertirte o de pasar el tiempo, seguro que rápidamente me pondrías al día de lo que se lleva.
Pero si te pregunto por lo que se lleva a la hora de buscar una relación, ¿qué me dirías?
¿Has oído hablar del amor líquido?
Es un concepto creado por Bauman para definir la manera tan frágil en la que construimos hoy en día las relaciones interpersonales. Habla de que cada vez existe menos compromiso y de la falta de solidez y calidez.
¿Practicas el poliamor o te lo han propuesto alguna vez?
Según Wikipedia poliamor significa tener más de una relación íntima, amorosa, sexual y duradera de manera simultánea con varias personas, con el pleno consentimiento y conocimiento de todos los amores involucrados. El sexo no es necesariamente un interés primario en las relaciones poliamorosas. Los poliamorosos buscan construir relaciones a largo plazo con más de una persona basados en acuerdos mutuos, donde el sexo es solamente un aspecto más en dichas relaciones.
Una plataforma de contactos con más de tres millones de usuarios preguntó en 2010 a sus usuarios si saldrían con alguien que formara parte ya de una relación poliamorosa y el 42% contestó que sí. En 2015 la cifra se elevó al 50%.
Esto son sólo un par de ejemplos que demuestran que desde hace tiempo la manera de relacionarnos y el concepto de pareja y de familia está cambiando.
¿Por qué Paula y Javier dicen lo que dicen?
Tenemos miedo a que el otro crea que vamos en serio porque estamos convencidos de que saldrá corriendo si descubre que me importa. Parece que demostrar lo que sentimos no se lleva y nos da miedo no estar a la moda.
¿Entonces que nos queda?
Traicionar nuestros propios sentimientos, ocultarlos y convertir la relación en una lucha de poder donde la estrategia es que tú no sepas hasta dónde me importas, y yo no me entere de cuánto te intereso.
Disimulamos lo ilusionados que estamos, lo que nos importa el otro y lo que nos sale implicarnos. Nos hacemos los duros para no arriesgar nuestros corazones.
¿Qué problema hay en que sepas que me gustas o que me encantaría que fuésemos pareja?
El problema no está en que tú te enteres de que me importas…
- La cuestión es que al descubrir que me importas creas que voy a olvidarme de mí y te voy a colocar a ti por delante.
- Y lo peor, que yo mismo te coloque por delante.
Esto revela la idea de que ENAMORARSE significa pasar a un segundo plano y entregarse a los deseos del otro con sumisión como muestra inequívoca de amor.
¿Dónde está la solución a esta forma de entender la relación?
La solución está en cada uno de nosotros.
- Si yo estuviera convencido de que puedo quererte sin renunciar a ser quien soy, y que voy a ser capaz de poner mis propios límites, ya no tendría ningún miedo de que sepas que me importas.
- El miedo a que te enteres de mis verdaderos sentimientos viene de mi certeza interior de que voy a abandonarme con tal de seguirte.
Desde este momento estoy en tus manos. ¿No lo ves?, es miedo a que me hagas sufrir, pero no por lo fuerte que tú seas, sino por lo débil que yo me siento.
El remedio está en mí, en mi manera de “entregarme”. Si yo no renuncio a mis principios, se acabó el miedo porque en cuanto los traspases, te pondré un límite.
Lo importante no es que estés al día, ni que vayas a la moda en esto del amor…
Lo fundamental es que pienses cuáles son tus principios, los revises y con eso te sientas seguro de ir a cualquier relación, sin miedo de que te tachen de antiguo, de clásica o de lo que sea.
Te lo repito: Sáltate lo que se lleva, no tengas miedo de no ir a la moda. Experimenta con criterio y elige lo que a ti de verdad te va.
Es tu falta de poder personal, tu necesidad de atraparme cuanto antes sin apenas conocernos y tu dependencia emocional lo que hace que salga corriendo cuando me muestras tus «sentimientos». No es lo que me dices sino desde donde me lo dices.
Hola Mafalda,
La fuerza del otro para atraparte termina justo cuando tú te das cuenta y no entras a dejarte atrapar. El otro, igual que tú, muestra sus «sentimientos», o más bien ambos os contáis cosas que entran dentro de la seducción y el coqueteo porque aún no os conocéis lo suficiente para amaros de verdad. Pero esta fase de «enamorarse» es así y sólo hay que saber que lo que decimos son más deseos que realidades, así que es el momento de no creerse a pie juntillas todo, sino de conocerse poco a poco desde el respeto que supone no adular más allá de lo justo.
Gracias por tu comentario tan potente y sincero! Un abrazo!
Muy interesante todo el articulo,ahora no tengo pareja,pero tomo nota,que más vale prevenir que curar.y gracias por el libro.
Un abrazo Mercedes.
Hola Javier,
Gracias a ti por tu atención. Sí, prevenir supone empezar haciendo bien las cosas cuando iniciamos una relación, y es muy buena idea.
Un abrazo!