En ocasiones sentimos
que nuestro alma está herida.
Puede que sepamos por qué, o puede que sencillamente los recuerdos nos traigan a la memoria asuntos sin resolver…
y notemos esa sensación agridulce de que junto al recuerdo,
se abren viejas heridas.
Si al repasar tu vida sientes ganas de hacerlo pausadamente y con toda la subjetividad del mundo, quizás escribir tu historia te ayude.
Escribe tus experiencias, lo que te sucedió y cómo esto te hizo sentir. Puede ser una buena manera de mimarte,
mientras ordenas tus ideas.
En mi opinión, escribir a modo de historia de vida, es un buen truco para curar el alma.
Y si te dejas llevar por los duendes, como en un baile, notarás cómo la inspiración te acompaña para no perder el ritmo.
No te apegues al resultado. Lo mismo vale que escribas una lista de pensamientos deslavazados, una bonita historia llena de esperanza, o tu realidad relatada como en un diario. Lo importante es el efecto sanador que suponga para ti este ejercicio que te propongo de escribir parte de tu historia, y si lo deseas, de compartirla.
ATRÉVETE y escribe sin juzgarte…
Podrás leer los comentarios que despiertan tus relatos en otras personas y también podrás responderles.
¡Disfrútalo y compártelo aquí!