¿Existen vampiros emocionales en tu vida?
En qué momento estás para que nada más levantarte digas eso de: “A ver hoy cómo…”
Observa qué personas o situaciones absorben tu energía.
Si es así, seguro que sientes miedo y te imaginas un futuro que no te gusta.
Hablemos de las PERSONAS…
¿Temes perder a alguien si dejas de contar con él o ella, o le dices lo que realmente sientes?
Fíjate en lo que de verdad te están aportando porque lo más probable es que te estés conformando con migajas emocionales.
Un poquito de aprobación, una sonrisa, una palmadita en la espalda te están valiendo. Es la excusa para seguir ahí, para no decir basta y no hacer nada por ti mismo.
El problema es que te estás creyendo que recibirás más.
Te inventas que antes o después te darán más. Y no es así, lo sé porque la realidad habla y es más de fiar que tu percepción.
Estas personas son fuente de anhelo y alegría pasajera, pero no de verdadera complicidad y satisfacción.
Lo que sucede es que como ahora mismo eres un yonqui de la aprobación, con este poquito te vale.
Es de mala calidad y escaso lo que recibes, pero te vale, porque esperas recibir más, ¿recuerdas?.
- Parece que te quieren, que están contigo, y que les importas. Pero lo más probable es que sean tan yonquis como tú, no les culpes. Reconócelo, no estáis en situación de daros nada porque dentro de vosotros no tenéis nada.
- Vuestra relación es de drogadictos. Sois dependientes del reconocimiento ajeno, y sólo os une esa adicción.
Puede que ahora mismo seas incapaz de estar sin ese poquito de algo que recibes, por eso te aconsejo que de momento no lo sueltes.
Es urgente que antes de hacerlo, busques otro algo donde “agarrarte”. Pero esta vez que lo que sea te de energía y sea sano.
- Algo o alguien a quien no te cuelgues para cambiar una adicción por otra, sino que te sirva de estímulo para comenzar a pasar el mono.
- Puede ser una actividad que te guste, que te motive y para lo que no necesites a nadie, algo que siempre te cargó de energía y habías olvidado.
Seguro que existe y tienes esta experiencia, así que encuéntralo, y si no… ¡invéntatelo ahora mismo!.
- ¿Qué te despierta una sonrisa?
- ¿Qué te produce ligereza?
- ¿En qué invertirías los próximos 10 minutos y te haría plenamente feliz?
El escenario ya ha cambiado, así que ¡ADELANTE!.
Vamos con las SITUACIONES…
Es obvio que detrás de las situaciones también hay personas, pero no es tu relación con ellas la casusa principal de tu baja energía, sino tu actitud, lo que tú te cuentas.
- ¿Cómo estás viviendo tu ruptura?
- ¿Cómo llevas el final de un ser querido?
- ¿Qué has emprendido que no sale?, ¿dónde estás atascado?
- ¿Qué momento de espera no te deja dormir?
- ¿Qué te produce pesadillas?
PARA un momento y respira. Medita y no huyas de lo que sientes.
No vas a poder cambiar la situación, quizás te toque vivir este tiempo de zozobra y no puedas hacer nada más que esperar.
Aún así no tienes por qué dejar que tu energía se vaya consumiendo poco a poco.
SEPARA la situación de tu estado de ánimo.
“Me siento impotente pero no me peleo con lo que no puedo hacer”.
“Siento mi miedo y mi angustia, pero regreso a mi ilusión, a mi propósito de vida, a lo que me da energía”.
TRASLÁDATE a otro lugar emocional porque no tienes por qué permanecer ahí en la tristeza.
AYÚDATE y recárgate, conecta con tu motivación.
¿Quién ha dicho que tengas que abandonarla ahora justo cuando más la necesitas?
Al contrario, la mejor manera de lidiar con esta etapa es precisamente tomar más vitaminas, porque si quieres estar ahí, y seguro que quieres, necesitas estar fuerte.
Estoy convencida que puedes hacer mucho por ti y lo sabes…
Así que… también ¡ADELANTE! con estas situaciones.
Tus vampiros emocionales son fantasmas que has construido.
Existen, se despiertan cada día porque eres un yonqui del cariño de los demás y de que las cosas salgan como has previsto. Crees que los necesitas para sentirte vivo y es mentira. Ya estás vivo, pero no estás a gusto, nada más.
Si no me crees, pero te queda la más mínima duda…
¿Por qué no lo compruebas?
Sólo así te convencerás, ARRIÉSGATE.
Ni yo ni nadie puede hacerlo por ti.
Así que…
¡ADELANTE! por tercera vez.