Para la mente científica y analítica el término “conciencia” despierta la desconfianza de lo no demostrable y lo no medible, por eso lo descarta.
Pero rebuscando en mi biblioteca particular he encontrado la manera de describir para los más escépticos qué es la conciencia.
En palabras de MIHALY CSIKSZENTMIHALYI, Decano de la universidad de psicología de Chicago que se consagra internacionalmente por las investigaciones que plasma en “Fluir”:
“Oír conciencia puede llevarte a pensar en procesos misteriosos, pero en realidad como sucede en cualquier otra dimensión de la conducta humana, la conciencia es el resultado de unos procesos biológicos. Existe gracias únicamente a la compleja arquitectura de nuestro sistema nervioso, aunque también tenemos que reconocer que la conciencia se autodirige, es decir no está totalmente controlada por la parte biológica.”
La función de la conciencia es representar la información sobre lo que está sucediendo dentro y fuera del organismo de tal modo que el cuerpo pueda evaluarla y actuar en consecuencia.
En este sentido funciona como una gestora de actividades estableciendo prioridades entre toda la información que procesamos y creamos: nuestras sensaciones, emociones, percepciones, sentimientos, ideas…
¿Qué significa ser consciente?
¿Para qué sirven las intenciones?
¿Cómo puede la atención mejorar nuestra calidad de vida?
Aquí tienes las respuestas:
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A veces resulta complicado ser consciente de lo que sentimos y de cómo funciona nuestra mente. Es algo que notamos en cosas como que: no sabemos mejorar nuestra manera de reaccionar o somos incapaces de enfadarnos menos, por ejemplo… Si crees que necesitas ayuda para tomar más conciencia de lo que te sucede y de cómo reaccionas no tienes más que consultarme tu caso.