Es el mal de las últimas décadas.
Si mezclamos niveles altos de exigencia, inconsciencia y prisas, el resultado es ansiedad.
Quieres conseguir algo, pero no lo estás consiguiendo. Quieres llegar, pero no llegas, y además no te das cuenta.
A veces es algo concreto, quiero sacar unas oposiciones o que me cojan en un trabajo de lo que me gusta, o aspiro a un puesto que tiene una responsabilidad que me cuento que “debería” asumir, pero dudo que pueda.
Y a veces es algo más abstracto y tiene que ver con el momento de la vida en el que estoy. Algo no me cuadra, pero no lo identifico. Esta es una ansiedad más existencialista porque no tienes claros tus objetivos.
En cualquier caso hay una distancia entre lo que deseo y lo que creo que puedo lograr, y…
Esa distancia se llama EXPECTATIVA.
Cuando mis expectativas superan lo que de forma natural siento que puedo hacer, pero no soy consciente de esto, entonces antes o después aparece mi ansiedad.
- Ansiedad por no encontrar pareja.
- Por no estudiar todo lo que debería,
- Por miedo a no dar la talla en el trabajo,
- Ansiedad por hablar en público…
– Mi nivel de exigencia en cualquiera de estos casos, es excesivo y me delata. Me estoy sobrepasando, y se manifiesta en forma de ansiedad, pero no lo reconozco.
– Esta ceguera, el no darme cuenta de dónde estoy en realidad en este momento de mi vida, es causa más que probable de ansiedad y demuestra lo poco que me conozco.
Por tanto…
Si existe ansiedad, existe autoengaño.
Los síntomas suelen ser: demasiada preocupación, dormir mal, momentos de más nerviosismo, respiración un poco acelerada…
Te propongo un simple EJERCICIO para descubrir en qué punto estás:
1.- Piensa en las cosas que no te gustan y no quieres terminar de aceptar que son así.
- Si no termino mis estudios sentiré que no valgo para nada, y no podré superarlo.
- Me siento menos que mi hermano porque a él siempre le han dicho en la familia lo que vale.
- Me hago el loco y pierdo el tiempo cuando tengo algo importante que hacer.
- Me muero de envidia cuando veo a un amigo feliz con su pareja.
- Cuando no consigo algo me siento muy mal y me critico más que nadie.
- Me da tanto miedo estar sólo conmigo que me paso el tiempo buscando cosas que hacer.
- En el fondo no quiero esforzarme tanto como digo y me avergüenzo de ello.
- Tengo tanto miedo a la muerte que en cuanto alguien cercano enferma me muero de ansiedad.
- …
Cualquiera de estas cosas no asumidas, si me empeño en no verlas, y no dejo de intentar que no sean así, pueden terminar en ansiedad.
2.- ¿Por qué lo que no asumo me produce ansiedad?
Porque a medida que pasa el tiempo, y peleo y peleo, sucede que me disocio. Me divido en dos:
- Una parte de mí pelea, y no quiere darse cuenta de lo necesitado que está de conseguir lo que se propone.
- Y otra se siente cada vez más chiquita, y se ahoga, y es tan infeliz porque no da la talla, que no encuentra otro recurso para darse a valer, que sintomatizar su malestar.
En el momento que en que me divido, la situación pasa a otro plano. Ahora además de pelear inconscientemente, me preocupo de mis síntomas, y antes o después me termino contando que estoy enfermo.
Por desgracia son pocas las personas que en este punto piden ayuda profesional para abordar el lado psicológico de lo que les sucede.
3.- ¿Por qué no pido ayuda cuando veo que tengo ansiedad?
Nos da vergüenza reconocer que se nos ha ido de las manos la situación, y que nos sentimos perdidos.
Pedimos ayuda a nuestra familia, y a los amigos, pero no nos sirve de nada, porque sólo abordamos con ellos la parte que se ve. Hablamos de nuestra ansiedad, de nuestros buenos propósitos y ellos, con toda su buena fe, nos animan y nos dicen lo luchadores que somos, con lo cual no hacen más que reforzar nuestro propio nivel de exigencia.
4.- ¿Cómo puedo afrontar lo que no veo o no quiero reconocer?
Imagina que te cuentas algo así:
Claro que está muy bien que hagas todo lo posible por mantenerte en tu puesto, pero antes pregúntate por qué es tan importante para ti.
- ¿porque te da status y te sientes importante?
- ¿porque es lo que deberías ser ya a tu edad?
- ¿porque quieres que los demás te admiren?
- ¿porque crees que puedes y lo deseas mucho?
Los motivos por los que estés ahí peleando por tu puesto son la clave para sentirte bien mientras te esfuerzas, ¿me sigues?
No vale permanecer en tu puesto a toda costa, y no vale esforzarse hasta no poder más, porque quizás consigas pasar un tiempo suficiente como para demostrarte y demostrar que puedes con tu cargo, no te digo que no, pero… ¿A qué precio?
¿Realmente merece la pena forzar tanto la máquina como para conseguir lo que quiero dejando en el camino mi salud física y emocional?
Mi respuesta es que no. No merece en ningún caso la pena.
- NO, porque después de conseguirlo no habré alcanzado la satisfacción que esperaba, sólo tendré eso que quería, pero descubriré que no es suficiente para sentirme lo valiosos que necesito.
- No, porque además ahora tengo una nueva preocupación. ¿qué hago con todas estas sensaciones físicas y psicológicas que antes no estaban en mi vida, y que me impiden ser él/la que era?
Si estás en este punto, piensa que nunca es demasiado tarde.
¿Podrías haber frenado tu proceso antes? Seguramente sí, pero si no lo has hecho es porque no has sabido, no te has enterado, o no era el momento de hacerlo, y necesitabas ir más lejos para aprender de tu propia experiencia.
A agua pasada todo se ve más claro y más fácil, así que no te culpes, reconoce en qué punto estás ahora mismo, y pide ayuda profesional.
Excelente artículo,gracias Mercedes!