Muchas veces cuando decimos que buscamos amor en realidad lo que perseguimos es una relación de dependencia. De algún modo sentimos que este vínculo es mucho más fuerte que el amor y no estamos equivocados.
¿Pero qué es dependencia?
1.- Dependencia es necesitarte desde el minuto cero, porque no me siento acompañado/a cuando estoy conmigo.
2.- Es estar deseando encontrar el sentido a mi vida en ti y en lo nuestro, y claro, para eso necesito una garantía de que no te vas a ir, de que puedo contar contigo y no me vas a fallar.
¿Esto es buscar el amor? Esto es buscar una dependencia sólida que me garantice no volver a sentirme solo/a.
3.- Dependencia es tirar de la relación, no mejorar las cosas sino tirar no para que no falle, y no te vayas.
4.- Es no dejar espacio a que me busques cuando nos estamos conociendo porque así me garantizo que no te cuestionas si quieres estar o no conmigo. No temo que lo nuestro se enfríe, lo que temo es encontrarme con que no sientes lo mismo que yo. Y que descubras que no hay nada que pueda enfriarse.
5.- Dependencia es amarrarte a mí, atarte mientras yo a cambio te ofrezco ya las cuerdas para que me amarres tú. Así me sentiré seguro/a y tú te sentirás en deuda.
“Yo hago esto o lo otro por ti, aunque no me apetezca, y tú haces lo mismo por mí”. Este intercambio de favores, no se llama amor, te lo aseguro.
6.- Dependencia es decirte que te quiero para que mi cabeza se quede tranquila, y se cuente que ya tiene lo que buscaba y además tú te comprometas ante mi rotundidad.
7.- Dependencia es sentir que por fin alguien me va a cuidar porque me lo merezco, mientras olvido que tú eres mi pareja no mi madre o mi padre.
Y a pesar de todo, a esto le llamo AMOR.
Hay estas y otras muchas formas de dependencias. Existen casi tantas como necesidades y vacíos interiores tenemos cada uno de nosotros. Y te aseguro que son millones.
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Pero…
¿Qué pasaría si en lugar de dependencia te mostrara mi autonomía?
Entonces creo que…
1.- No intentaría atarte porque no estoy dispuesto/a a atarme a ti.
2.- No querría cambiarte porque no voy a cambiar por ti.
3.- No me callaría lo que quiero en relación a nosotros porque necesito saber qué quieres tú.
4.- No te creería cuando me dices que me quieres sin conocerme porque ni loco/a te voy a decir que te quiero cuando todavía no sé nada de ti.
5.- No esperaría nada de ti que pueda darme yo, porque tengo claro que, aunque te de lo que esperas, nunca te será suficiente.
6.- No necesitaría que te hicieras cargo de mis problemas porque yo no estoy dispuesto/a a ser tu progenitor/a.
Todo esto pasaría si pusiera en valor mi autonomía.
Y con todo esto me sentiría más libre. Y tú te sentirías también más libre a mi lado.
Y estoy segura que te resultaría mucho más atractiva.
Porque mi autonomía, así expresada sin palabras, te estaría contando que tú también puedes ser autónomo/a y que no te necesito para hacerme feliz.
Entonces, puestas así las cosas, sabría que estás a mi lado sin exigencias.
Cubriremos nuestras necesidades de vez en cuando o casi siempre, porque no somos perfectos, pero sabiendo que debemos regresar de nuevo a nuestra autonomía, a nuestra propia vida como fuente de nuestra felicidad.
Y tú leerás en mi actitud de autonomía mi amor y no te valdrá con que yo cubra mi necesidad de no estar solo/a, ni te valdrá sólo con mis palabras.
Y así te sentirás plenamente amado/a y no sólo necesitado/a. que es de lo que se trata…
Y esto no lo pondrás en duda y yo tampoco lo haré porque la seguridad de que cuentas conmigo y yo contigo no se sustentará en cuánto me necesitas, sino en…
CUÁNTO QUIERES COMPARTIR CONMIGO LIBREMENTE.
Ya lo ves, tu mayor atractivo no está en tus halagos, ni en tus encantos o en el sexo que tengo contigo, está en lo que me transmites como pareja. En resumen…
Resultarás atractivo/a si tu pareja te percibe con autonomía.
Porque es lo que en el fondo desearía tu pareja para sí mismo/a si supiera conseguirlo, y a la vez es lo que le hace sentir más libre a tu lado.