¿A qué juegas tú cuando te enamoras?
Lo mismo no te has dado cuenta de todo lo que sucede cuando te enamoras. Conoces a alguien y te gusta.
Empiezas a fijarte en él o ella, en lo guapo que es, en lo bien que habla, en lo listo que parece, en lo divertido, lo interesante, lo seductor…
Y a la vez empiezas a intentar gustarle. Cuanto más te ha gustado, más interés tienes en que se fije en ti.
¡Esto se llama enamorarse!!!!!
Seducción, coqueteo y misterio se combinan perfectamente para que perdamos la cabeza y nos quedemos embelesados a toda velocidad. La naturaleza es muy sabia, ¿verdad?
Esta es una etapa de lo más interesante y maravillosa cuando a los dos nos sucede lo mismo y a la vez.
Pero en medio de todo esto antes o después empiezan las preguntas:
- ¿qué siente la otra persona por mí?
- ¿cómo hago para que se de cuenta de lo que siento yo por ella?
Si ves que pasa el tiempo y pasas de disfrutar “jugando” a morirte de la incertidumbre y la duda, es porque te estás saltando lo más importante de enamorarse: conocer al otro y que te conozca.
Es imposible pasar a la intimidad y el compromiso si antes no nos hemos arriesgado y nos hemos dicho lo mucho o lo poco que nos importamos, y qué planes tenemos para lo nuestro.
- Si no te lo cuento, nunca sabrás lo que quiero y lo que pienso.
- Si no me lo cuentas, me podré inventar que sientes lo mismo que yo, pero no podré asegurarlo.
Y si seguimos así, yo terminaré más pendiente de cómo me ves tu a mí, que de lo que siento y sientes.
A esto le llamo JUGAR.
Y cuanto más tememos perder, más jugamos y menos sinceros somos el uno con el otro.
- Si temo perder tener la exclusividad y que te fijes en otros, más jugaré a ser el mejor en lugar de decirte que necesito ser el único.
- Si temo perder ser lo más importante para ti, más jugaré a resultar imprescindible y menos autonomía te daré.
- Si temo ser quien te cuide, más jugaré a cuidarte cuando te portes bien y menos te contaré el miedo que me tengo a que dejes de necesitarme.
1.- Cuando jugamos, son nuestros EGOS los que se lo pasan bomba.
2.- Cuando amamos, son nuestros CORAZONES los que tienen voz y voto.
Para amar bien hay que dejar de jugar cuanto antes y convertir el enamoramiento en el momento de mostrarnos y conocernos.
Saltarnos esta tarea de compartir lo que sentimos nos incapacitará para llegar al cariño, la intimidad, el compromiso, la admiración…
Esos lugares maravillosos que nos esperan al estar enamorados.
Mercedes Cobo Política de Privacidad Contacto
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